Policía de Nueva York copa las calles tras amenaza «creíble» por aniversario de 11-S

Buses, camionetas y autos esperan en una larga fila ser requisados sin excepciones en un control de la policía de Nueva York cerca de la Zona Cero, parte de las medidas adicionales de seguridad lanzadas tras el anuncio de una amenaza terrorista creíble de cara al décimo aniversario del 11 de septiembre.

«Hola, ¿cómo está? ¿Vio las noticias en la televisión anoche?», dice el oficial de policía al conductor de un bus en Church Street, a apenas 200 metros del sitio donde se encontraban las Torres Gemelas en el sur de Manhattan y en el que el próximo domingo se inaugurará el memorial en homenaje a las víctimas de los atentados de 2001.

El chofer asiente, presenta sus papeles y otro policía sube al bus para revisarlo. Detrás, la cola de vehículos se agranda. Delante, tres autos de la policía y una camioneta están estacionados a 45 grados para estrechar el paso y otros policías revisan la carga de un camión.

«Empezamos esta mañana. Es parte de las medidas especiales», dice el oficial -que no quiere ser identificado-, en referencia al anuncio por parte del alcalde Michael Bloomberg de un despliegue adicional de policías anti-terroristas tras la existencia de una amenaza terrorista «creíble» para el décimo aniversario de los atentados.

Según las autoridades, esa amenaza «creíble» pero «no confirmada» apuntaría contra Nueva York o Washington. Medios de prensa estadounidenses indicaron que tendría la forma de un atentado con un coche o camión bomba.

En Nueva York, las medidas incluyen el despliegue de policías «entrenados en armas largas posicionados fuera de Manhattan para responder en cualquier parte de la ciudad», así como un incremento en un tercio del número de patrullas, controles de vehículos y de bolsos en el sistema de metro.

«Obviamente no queremos cerrar la ciudad, queremos mantenerla abierta para el comercio y la recreación, pero verán controles de vehículos en muchos lugares, la mayoría en Manhattan, pero no sólo ahí», explicó el viernes el responsable de la policía neoyorquina, Raymond Kelly.

En Grand Central Terminal, una de las dos grandes estaciones de tren de Manhattan, cinco policías revisan al azar los bolsos de la gente en una de las entradas al metro. En el gran hall de la estación, dos policías con una perra, Roma -especializada en olfatear explosivos-, controlan el área con tranquilidad. Los turistas se acercan y se toman fotos con ellos, parte de la tradición neoyorquina.

«Este es un control regular a raíz del aniversario del 11 de septiembre. No hemos sido informados de una amenaza en particular», afirma uno de los policías, el oficial Harten. Delante de la otra gran estación, Penn, se pueden ver varios autos de la policía y una camioneta para trasladar perros entrenados.

Martha Layman, de 60 años y llegada de Florida para un fin de semana largo, se siente «segura» una vez dentro de Manhattan. «Entré por el túnel del río Hudson, me siento segura ahora. Estoy feliz de ver más policías», afirma.

En la Zona Cero, los turistas aprovechan el hermoso día de sol para pasar y tomar fotografías de la torre One World Trade Center, aún en construcción y que será el edificio más alto de Estados Unidos. El clima es distendido y la gente no parece preocupada.

«Nos enteramos de lo de la amenaza de bomba esta mañana por internet. La verdad no sabemos cuán serio es, aunque con el aniversario del 11 de septiembre tan cerca no estoy sorprendida», asegura Andrea Varela, una turista chilena de 25 años.

Con información de AFP

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