La estrella del atletismo olímpico y paralímpico Oscar Pistorius se sentará el lunes en el banquillo, acusado de asesinar a su novia, abriendo un capítulo decisivo en la historia del ascenso y caída de uno de los deportistas más reconocidos del mundo.
Se espera que el sudafricano de 27 años se declare «no culpable», repitiendo lo dicho en el proceso para establecer una fianza, cuando dijo que mató a la modelo Reeva Steenkamp el día de San Valentín de 2013 después de cometer el trágico error de confundirla con un intruso escondido en el baño.
Ya ha admitido ser culpable de homicidio imprudente, un delito que podría llevarle a la cárcel durante 15 años. O podría salir del Alto Tribunal de Pretoria como un hombre libre, con apenas una llamada de atención y una sentencia suspendida.
La fiscalía quiere probar que Pistorius -conocido como «Blade Runner» por sus prótesis de fibra de carbono para correr- disparó cuatro veces una pistola de 9mm a través de la puerta del baño adyacente a la habitación en su casa de lujo de Pretoria, en un intento deliberado de matar a quien estuviera oculto detrás.
Steenkamp, una graduada en derecho de 29 años, recibió tres disparos -en la cabeza, el brazo y la cadera-. Fue declarada muerta en la escena del crimen.
El hecho, ocurrido menos de un mes después de una violación y asesinato de una adolescente en Ciudad del Cabo, provocó ira y llamó la atención sobre los sorprendentes niveles de violencia contra las mujeres en Sudáfrica.
Si la fiscalía consigue convencer al juez Thokozile Masipa de que había intención de matar, Pistorius irá a la cárcel de por vida, o al menos estará un mínimo de 25 años entre rejas.
El juicio durará un mínimo de tres semanas, pero con 107 testigos esperando para declarar es casi seguro que se alargue mucho más.
La mayoría de los expertos legales dicen que probar la intención de asesinar sin testigos directos será difícil. Parte del público también es escéptico.
«En este país habla el dinero, por lo que no sé si hay justicia, si realmente se hará justicia», dijo Kutullo Makgoba, un residente de Pretoria.
Pistorius nació sin peronés y le amputaron las piernas cuando cumplió un año.
Fue uno de los atletas más aplaudidos en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Londres, llegando a la semifinal olímpica de los 400 metros y ganando el oro en los paralímpicos en la misma distancia.
