PENUMBRA

¿QUÉ VIENE?

Por: SEAN OSMIN HAMUD RUIZ

¿Estaremos conscientes de los sutiles cambios que se comienzan a consolidar respecto a la soberanía estatal?

Nuevamente, como la olla mítica de las ranas nadantes. Suceden las cosas y nos vamos acostumbrando, nos vamos entibiando. Nos vamos a cocinar.

El ejercicio básico, fundamental, obligatorio del estado, que es la salvaguarda de la seguridad de los habitantes de este territorio, en estrategia, línea y ejecución, están totalmente entregados a la federación. El gobierno estatal no se sale ni un milímetro del mandato de abrazos no balazos y nos han intentado convencer de que la presencia del ejército, marina y guardia nacional en nuestras calles es la panacea de solución a este problema que agobia angustiantemente un día si y el otro también. Ni la secretaría de seguridad, ni la fiscalía estatal nos ofrecen respuestas. Todo este aspecto dado al gobierno de la república.

Hace un par de días, con bombo y platillo nos anunciaron la entrega de toda la infraestructura de atención a la salud en Colima al IMSS-Bienestar. O sea, otra vez, la estrategia de salud, su atención y las acciones cotidianas, ya no dependen del ejercicio del poder aquí, ya tendrán y vendrán con línea desde el centro del país, importando poco las necesidades específicas o problemáticas locales.

Del trabajo con los sectores más vulnerables ya se sabe, nada que no sea manejado por los siervos de la nación aplica. También está rendido el equipo en esta cancha. Y sin dudarlo, con el total beneplácito de la gobernadora.

No es nueva la discusión de si nuestro país ha funcionado o no como una verdadera república federal, pero al menos el hecho de conversarlo hacía que los diferentes actores trabajaran y se enfocaran en el equilibrio de esta idea. Ese estira y afloja con la natural tendencia al centralismo buscaba funcionar en conjunto, tomando en cuenta las verdaderas necesidades locales.

Hoy nadie dice nada. Claro que la gobernadora no. Pero diputados federales, senadores de la república y diputados locales tampoco. A la sociedad civil no nos queda más que alzar la voz, a menos que queramos seguir sumergidos en esta PENUMBRA.

MICROCUENTO

Dicen que después del sueño profundo, casi una hibernación, el dinosaurio seguía ahí. Pues qué esperaban si nada hicieron, sino solo soñar que se había extinguido, cuando en realidad, como nunca, solo se preocuparon por alimentarlo.