Colima.- Desde el pasado 1 de mayo, el Obispo de Colima, José Luis Amezcua Melgoza presentó su renuncia ante los presbíteros de la Diócesis de esta entidad y se encuentra a la espera de que le sea aceptada y se nombre a quien lo sustituirá.
Al cumplir 75 años de edad el pasado 2 de mayo, el Obispo de Colima presentó su renuncia como lo marca el canon 401,1 del Código de Derecho Canónico.
En el comunicado que envía a los Presbíteros de la Diócesis señala: «con devota obediencia y agradecido a Dios que me llamó por su gracia a este ministerio para servir al pueblo de Dios, les comunico que hoy he cumplido con este deber. Comenzamos pues un advenimiento de oración para que Dios envíe a quien continúe con esta labor, amoris officium» (oficio con amor).
El Nuncio apostólico, junto con el Consejo de Consultores de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), serán los encargados de valorar la solicitud y declarar en su caso la ‘sede vacante’, la cual puede permanecer así por varios meses y hasta dos años, en cuyo caso el Vicario Diocesano queda como interino. En Colima el lugar corresponde al sacerdote Javier Armando Espinoza, que actualmente se localiza en el templo de Guadalajarita.
Será el Papa Francisco quien designe a quien ocupará esta sede, existiendo la posibilidad de que se traslade a un Obispo de otra diócesis o un sacerdote sea nombrado como nuevo Obispo.
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