De acuerdo al director de la Procesadora Municipal de Carne, José Guadalupe Fonseca Servín, no se ha visto afectado el sacrificio de animales porque no existe una tuberculosis como epidemia, ya que la enfermedad siempre ha existido pero de manera normal.
Y refirió que sólo hay pequeñas variantes que se atribuyen a la época del año.
“Como septiembre donde los niños entran a la escuela, se pagan colegiaturas y baja un poco el consumo, en octubre se estabiliza y a finales, a lo que se lleva de noviembre sube un poco. Mucha gente se va a comer a la Feria”, refirió.
Dentro de la procesadora, mensualmente se sacrifica un promedio de mil reses y seis mil cerdos.
Fonseca Servín afirmó que la carne proveniente de cualquier rastro de Colima, no presenta ningún riesgo.
“(Pero) si compran carnes baratas o de gente que no sean seguros sus sacrificios y éste se haya dado en un centro que controla la Secretaría de Salud puede haber riesgo”, concluyó.
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