Hasta cuatro de cada diez casos de enfermedades gastrointestinales afectan a niños de uno a cuatro años de edad, motivo por el que se reitera la importancia de procurar evitar consumir alimentos en la calle y tener una adecuada higiene de manos, especialmente al atender a los niños, señaló Arnoldo Aguayo Godínez, médico pediatra y coordinador Auxiliar Médico de Educación en Salud.
Reiteró que el calor que ha prevalecido en las últimas semanas, es un factor que genera la pronta contaminación y descomposición de los alimentos, pero destacó que la incidencia de estos padecimientos tiene un comportamiento estacional, con incremento de casos por infecciones bacterianas en las temporadas de calor (primavera-verano), y principalmente virales en el otoño e invierno.
Las enfermedades gastrointestinales son todas aquellas que dañan el sistema digestivo, entre las más comunes se encuentran: infecciones intestinales y parasitarias, ocasionadas por virus, bacterias o parásitos que entran al organismo a través de alimentos preparados sin las medidas de higiene básica (lavado de manos, de los alimentos y agua pura) o descompuestos, agua contaminada o cuando alguien se chupa los dedos o las uñas sucias; sobre todo si no se lavó las manos después de ir al baño o de tocar algún animal o el suelo.
El problema principal de este tipo de infección, es la pérdida abundante de líquidos que puede complicarse con deshidratación, caracterizada por llanto sin lágrimas, sequedad de la piel y las mucosas, aumento de la temperatura, decaimiento o disminución de la actividad del niño y, si progresa, taquicardia y disminución de la presión arterial, temperatura, y volumen de orina.
Aguayo Godínez comentó que la recomendación primordial es acudir al médico cuando se presenten diarreas como manifestaciones de una infección estomacal y sobre todo, si ocurre en niños pequeños o en personas de la tercera edad, ya que su sistema inmunológico es más vulnerable y fácilmente sufren complicaciones como la deshidratación.
Para tratar las infecciones intestinales, lo más importante es mantener una adecuada hidratación por medio de la hidratación oral y mantener la alimentación habitual. En caso de observar moco o sangre aparente en las evacuaciones, es conveniente practicar un análisis de laboratorio para determinar la presencia de glóbulos blancos, bacterias, virus o parásitos.
Así mismo señala que las diarreas agudas duran en promedio tres a cinco días, sin exceder generalmente los siete días, y que los síntomas de alarma para acudir inmediatamente a valoración médica son: vómitos persistentes, incapacidad para tolerar la ingesta de líquidos, y la presencia de moco y sangre en las evacuaciones.
Recordó que el modelo de atención PrevenIMSS incluye un componente orientado a la prevención de estas enfermedades, y cada vez que un niño es llevado a consulta, es una oportunidad para capacitar a sus cuidadores y fortalecer las medidas de prevención para toda la familia.
Por último, recordó la importancia de evitar la automedicación, sobre todo antibióticos ya que en la mayoría de los casos de enfermedad diarreica aguda no se requieren, y además consumir medicamento no prescrito podría complicar la salud del niño, por lo que recomendó acudir con el médico familiar en caso de síntomas de alarma, afectación al estado general o bien que se prolongue la duración de la diarrea.
