METEORO

¿QUÉ VIENE?
Por: SEAN OSMIN HAMUD RUIZ

A México le está yendo bien en los juegos centroamericanos y del caribe, San Salvador 2023. Liderea el medallero hasta el momento con la mayor cantidad de preseas áureas, incluidas, vaya casualidad, las de las especialistas en nado artístico.

Sin duda alguna la competencia forma. No solamente hace que te exijas lo mejor a ti mismo o al equipo, obliga a la preparación, al constante entrenamiento, al análisis de los otros contendientes, al diseño de una estrategia que de resultados y al típico “me la creo”.

Las dificultades, limitantes, tal vez hasta la propia inseguridad, en ocasiones hace que el ánimo no alcance para atreverse. Sucede que hay circunstancias que, cuando dejamos que nos convenzan, merman el ánimo y el arrojo.

Pero casi siempre basta que tomemos el ánimo de lo que se quiere lograr, que se escuchen las voces adecuadas y bien intencionadas, que tengamos un poquito de fe, para, aún y con un medio ambiente que se muestra adverso, complejo, peligroso, brumoso, se de el paso al frente y presenciemos el resucitar de la esperanza, de lo posible.

Y entonces, haciendo un recuento de la experiencia, de las capacidades probadas, de los resultados que se han ido obteniendo en la vida, se saca la cuenta y resulta que posible es. Claro, de ahí hay que trabajar para hacerlo altamente probable.

Lo interesante es que ya puestos y dispuestos en esta visión que encamina al más ambicioso de los proyectos emprendidos, se revele de manera casi estridente, brillante, espectacular, que si se puede.

Y eso emociona. Hace que la mayoría que actuamos de espectadores pasemos a ser partícipes, tal vez en un principio con porras y vítores, pero haciendo crecer nuestras ganas de involucrarnos más.

Y así resulta que como en los deportes, en la política estamos experimentando fenómenos semejantes. Y nos damos cuenta que, a pesar de todo, “hay tiro”. Y todo gracias a Xóchitl Gálvez, sin duda, un METEORO.

MICROCUENTO

Encontramos la casa de ensueños. Jardín, una pequeña alberca. Bien iluminada, espaciosa y con el número de habitaciones que nos acomoda perfecto. Lástima esa cláusula del contrato. Negociar con los inquilinos anteriores rosario en mano y agua bendita de por medio, definitivamente no es lo mío.