A PROPÓSITO
Por: Fernando MORENO PEÑA

El presidente López Obrador inició el 21 de octubre una campaña de ataques en contra de la UNAM y de ahí en adelante, en cinco ocasiones más ha seguido con el mismo tema, lanzando ataques injustos a la UNAM, su alma mater, a la que ahora ataca sin causa justificada.

Bien refirió el periodista Ricardo Rocha en el artículo titulado “el matricidio” y en èl se refirió a la nota principal de un pasquín llamado “alarma” y que en una ocasión era tal su amarillismo que publicó este ocho columnas: “mató a su madre sin causa justificada”. Así sucede ahora: no hay causa que justifique que AMLO ataque a su alma mater.

Después de los primeros ataques la UNAM respondió:  “La Universidad Nacional Autónoma de México ha sido siempre respetuosa de las distintas ideologías, corrientes del pensamiento, posiciones políticas y opiniones expresadas por integrantes de su comunidad, de sus egresados o por cualquier persona.

Todas estas manifestaciones son parte de las libertades y del espíritu crítico que se cultiva en los espacios universitarios y que tienen soporte en la autonomía y la democracia.

La Universidad sirve a la nación con un compromiso social en permanente transformación. Así ha ocurrido durante años, con millones de profesionistas formados con responsabilidad social mediante planes y programas de estudios que son actualizados por órganos colegiados internos, en donde convergen y se enriquecen la pluralidad de voces y la diversidad ideológica.

El compromiso y solidaridad históricos de la Universidad Nacional con la nación son incuestionables.

En la Universidad se privilegia siempre la libertad de cátedra, una de nuestras mayores fortalezas, para formar ciudadanos íntegros, de pensamiento independiente, sin ideologías impuestas y comprometidos con la búsqueda de un país más justo, libre y con menor desigualdad.

Así es y así ha servido a México, la Universidad de la Nación”.

La voz de la Universidad de Guadalajara

“Solidaridad y reconocimiento a la UNAM, la Universidad de la Nación.

La autonomía y la libertad académica son característica esencial de las universidades desde el Siglo XII, lo que les ha permitido garantizar la diversidad, la pluralidad y, sobre todo, el pensamiento crítico y reflexivo, independientemente de las ideologías de gobierno en turno.

Universidad implica universidad, multiplicidad de visiones, posturas y opiniones. Las universidades no son monolíticas, sino diversas y complejas. En ellas confluyen y conviven el diálogo abierto y franco, así como el conflicto estructurado y sensato, bajo un solo imperativo: el rigor académico y la eterna búsqueda y construcción del conocimiento científico.

La UNAM, con una comunidad académica de más de 40,000 profesoras y profesores, 360 mil estudiantes, casi 5,000 miembros del Sistema Nacional de Investigadores, 129 licenciaturas, 263 especializaciones, 56 maestrías y 36 doctorados.

La Constitución garantiza la capacidad de autogobierno, ejercida con responsabilidad, transparencia, compromiso social y rendición de cuentas.

Autonomía y libertad académica no son un privilegio de las universidades, sino de las sociedades democráticas a las que sirven. Por ello, defender la autonomía no es solo responsabilidad de las casas de estudio sino, principalmente, de la sociedad”.

Ataque de nuevo

Andrés Manuel López Obrador, arremetió de nuevo contra la UNAM, a la que acusó de haberse derechizado. Reprocho el silencio que guardaron sus integrantes ante las atrocidades del período neoliberal.

“Todas las universidades fueron sometidas por el pensamiento neoliberal, es lamentable que la UNAM se haya derechizado Cómo sucedió en los últimos tiempos”.

“Es una gran universidad, pero no estuvieron a la altura de las circunstancias, la crítica al neoliberalismo no surgió de la UNAM, de todas las atrocidades que se cometieron, del saqueo al país, el saqueo más grande en la historia de México y que la universidad no haya tenido un papel determinante”.

López Obrador reprochó que los egresados de la UNAM no ejerzan en el servicio público y prefieran trabajar en despachos privados.

“Quisiera que hubiera más economistas de la UNAM en el gobierno, más abogados de la UNAM, no hay, están en los despachos, se perdió la dimensión social. Entonces hay que polemizar también sobre esto y, pues no, no actúo de mala fe. ¿Dónde están los economistas de la UNAM que defienden un modelo alternativo al neoliberal?”.

Los ataques de AMLO a la universidad ratifican que no quiere nada que sea autónomo, nada que no esté a su servicio y nada que no pueda controlar.

Es lamentable que AMLO no haga críticas o debata sobre la calidad académica o sobre la pertinencia social de la UNAM; la crítica por, supuestamente, haber cambiado de ideología, cuando es el espacio más grande de libertad y pluralidad que existe en el país.

Un debate sobre la UNAM es bienvenido, pero debatir sobre la ideología es ignorar la historia de la UNAM, recordemos que en los años treinta, Vicente Lombardo Toledano y Antonio Caso polemizaron sobre la educación pública en México y particularmente la que impartía la UNAM. Lombardo Toledano pretendía que el socialismo fuera la esencia educativa de la UNAM y ese debate lo ganó la libertad de catedra enarbolada por Antonio Caso.

Recordemos también la confrontación entre el presidente Gustavo Díaz Ordaz y el rector Javier Barro Sierra, el derrotado fue Díaz Ordaz y prevaleció el derecho a disentir y así ha sido en la UNAM, ahí se cultiva la crítica y la tolerancia a las opiniones diferentes, no está perdida su esencia, ésta se refleja en la universalidad del pensamiento que permite que en el seno de la UNAM se debatan todos las ideologías y posiciones políticas, por diversas que estas sean.

Lo que el presidente AMLO plantea es una crítica ajena a la universidad, pues pretende alinearla ideológicamente, recurre a polemizar exigiendo que las universidades públicas funcionen como partidos políticos y, sobre todo, que formen cuadros para la 4T.

En suma: quiere que la UNAM sea un espacio de adoctrinamiento y no de libertad.

AMLO le baja

El gobierno será siempre respetuoso de la autonomía universitaria, vamos a seguir impulsando la educación pública, matizó el presidente Andrés Manuel López Obrador. Dejó ver el punto nodal de su crítica a la UNAM, “tiene que reformarse porque incluso se salvó, porque querían cobrar cuotas, querían privatizar”.

La UNAM “fue tomada y puesta al servicio del régimen; se cooptó a académicos que se convirtieron en ideólogos del neoliberalismo”.

“La UNAM es una gran universidad, no han podido destruirla, es tan importante por su cuerpo académico, por sus investigadores. Aun con todos los cambios que se han llevado a cabo en los últimos tiempos en el periodo neoliberal”.

“Nosotros vamos a seguir apoyando a la UNAM, nunca van a faltarle los recursos a las universidades públicas en general. La educación es muy importante, es básica, pero sí, no debe ser un instrumento, un medio para mediatizar, la educación tiene que ser un factor para la libertad, para el ejercicio de los derechos de los ciudadanos, la toma de consciencia y sobre todo para la solidaridad, para la fraternidad, para que el que estudia ponga sus conocimientos, una vez que termina una carrera, al servicio de la sociedad”.

El presidente trata de poner la agenda mediática todos los días, porque los hechos, la dura realidad, le golpea todos los días los castillos de arena que construye en Las Mañaneras.