Los delfines y las ballenas no digieren los desechos plásticos de los océanos

Los desechos plásticos en la superficie de los océanos son una amenaza mortal para las ballenas y los delfines que no ha sido bien estudiada por la ciencia, según un estudio presentado a la reunión de la Comisión Ballenera, que comienza este lunes en la isla británica de Jersey.

En 2008, 134 tipos de redes diferentes fueron encontrados en los estómagos de dos cachalotes que encallaron en la costa de California (Estados Unidos) y que probablemente murieron de oclusión intestinal. En 1999, en la ciudad de Biscarrosse (suroeste de Francia), una ballena de Cuvier encalló con 33 kilos de plástico en el cuerpo.

Los cetáceos, al igual que las tortugas y los pájaros, tienen grandes dificultades para digerir estos desechos, cada vez más numerosos, recuerda un estudio presentado ante el comité científico de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) con miras a la reunión anual de Jersey.

«La amenaza de los desechos marinos de plástico para numerosos animales marinos ha sido establecida desde hace tiempo, pero la amenaza para las ballenas y los delfines es menos clara», considera el autor, Mark Simmonds, responsable científico de la Sociedad para la Conservación de los Delfines y las Ballenas (WDCS, por sus siglas en inglés), una organización no gubernamental británica. «Sin embargo, se ha establecido que esos desechos pueden hacer daño a esos animales, simultáneamente porque los ingieren o porque se enredan en ellos», agregó, después de haber reunido todos los datos parciales que ponen en evidencia esta amenaza mortal.

«En muchas regiones, los restos de ballenas encalladas no son registrados ni examinados y en las regiones donde son registrados, la investigación de los plásticos presentes en los intestinos es rara», confirma Chris Parsons, un biólogo de la Universidad George Mason de Fairfax (Estados Unidos).

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) había destacado en febrero, en su informe de 2011, la forma en que millones de desechos de plástico amenazan las costas de asfixia debido a una utilización cada vez más importante del plástico y de tasas de reciclamiento todavía débiles. Estos desechos se concentran sobre todo alrededor de las rutas de navegación, de las regiones de pesca y de las zonas de convergencia océanicas, formadas por las corrientes y los vientos, donde los cetáceos encontran abundantes alimentos.

La presencia de desechos plásticos, sobre todo los más pequeños, inferiores a 5 mm, en las vías digestivas tiene otro efecto nefasto, pues parece facilitar el traslado en el cuerpo de los contaminantes asociados a esos plásticos, como los PCB (policlorobifeniles).

«No sabemos suficiente respecto a los desechos marinos para poder comparar esta amenaza a las otras amenazas» y, sobre todo, a las más importantes, que son las tomadas accidentalmente o que se deben al cambio climático, se lamentó Mark Simmonds.

La WDCS es partidaria de que la CBI suscriba el ‘Compromiso de Honolulu’, un llamamiento internacional lanzado en marzo en Hawai para incitar a gobiernos, asociaciones, industrias y ciudadanos a actuar para reducir los desechos marinos.

Dos personas se disponen a cubrir el cuerpo de una ballena antes de enterrarla, el 3 de julio en una playa en Phan Rang, en el centro de la costa de Vietnam.

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