Coincidiendo con el Día de la Mujer, la UNICEF denuncia que los progresos para acabar con la mutilación genital femenina son demasiado lentos. Más de 230 millones de niñas y mujeres vivas en la actualidad han sufrido esta práctica que viola los derechos humanos y puede dejar secuelas físicas, psicológicas y sociales duraderas.

Los datos muestran que el ritmo de avance para acabar con la mutilación sigue siendo lento, por detrás del crecimiento de la población, especialmente en los lugares donde la mutilación es más común. El ritmo de disminución tendría que ser 27 veces más rápido para poner fin a la práctica en 2030.

«También estamos viendo una tendencia preocupante de que cada vez más niñas son sometidas a esta práctica a edades más tempranas, muchas antes de cumplir los cinco años. Esto reduce aún más la posibilidad de intervenir. Tenemos que redoblar los esfuerzos para acabar con esta práctica nociva”, declaró Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF

Las cifras más elevadas se dan en los países africanos, con 144 millones de casos, seguidos de 80 millones en Asia y 6 millones en Oriente Medio.