Los adultos mayores que continúan activos y siguen con su rutina diaria tienen un riesgo mucho menor de sufrir angustia y estrés.
Especialistas de la Universidad de Sydney del Oeste (Australia) encontraron en una nueva investigación que, a su vez, los adultos mayores angustiados presentan un peligro elevado de desarrollar limitaciones funcionales.
″Nuestros hallazgos subrayan la importancia de recomendar a los adultos mayores que continúen activos. Con mayores niveles de actividad física es posible mantener una mejor salud. Y con mejores funciones físicas logran más independencia″, asegura Gregory Kolt, el psicólogo a cargo del estudio.
Las conclusiones fueron publicadas en el Journal of the American Geriatrics Society.
ANGUSTIA QUE ENFERMA
Los investigadores trabajaron con 100.000 hombres y mujeres de más de 65 años de edad. Kolt averiguó diversos factores importantes como la cantidad de actividad física que hacían, el estado de sus funciones físicas, el peso y la altura, la angustia con la que vivían, la edad, el tabaquismo y la educación, entre otros. A su vez, a través de un test psicológico el experto identificó cuales sufrían algún tipo de angustia.
El 8,4% de los participantes se mostró angustiado. Y resultó que los voluntarios menos activos y que menos ejercicios físicos hacían eran los más predispuestos a desarrollar este sentimiento negativo.
Y los participantes angustiados fueron justamente los más predispuestos a tener algún tipo de limitación funcional. Los voluntarios con un nivel moderado de angustia tenían siete veces más posibilidades de desarrollar dificultades funcionales.
Los investigadores citaron estudios previos que encontraron que la falta de actividad física en la tercera edad se asocia a diversos tipos de enfermedades crónicas.
En vista de los resultados los especialistas recomiendan que los adultos mayores continúen con la mayor cantidad de actividades posibles y que hagan ejercicio físico de la mano de un especialista que les indique qué pueden y deben realizar. {jathumbnail off}
