Las FARC afirman que «vale la pena» apostar por la paz

Vale la pena intentar apostar por “la reconciliación y la paz”, dijo este sábado Rodrigo Londoño Echeverri, Timochenko, máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), quien además reiteró el compromiso del grupo guerrillero de no volver a incurrir en el secuestro.

“Es una lástima que todos los días se esté derramando sangre de colombianos humildes en un largo enfrentamiento. No deberían morir militares ni policías. Tampoco tenían que morir los guerrilleros”, mencionó Timochenko en una carta que envió a Marleny Orjuela, líder de la Asociación Colombiana de Familiares y Miembros de la Fuerza Pública Retenidos y Liberados por Grupos Guerrilleros (Asfamipaz).

Orjuela fue elegida por la principal guerrilla colombiana para que gestione la logística de las liberaciones de los últimos 10 soldados y policías rehenes que permanecen cautivos, indicó EFE.

El pasado 26 de febrero, las FARC anunciaron que no volverán a recurrir al secuestro como fuente de financiación y arma de guerra.

Además ampliaron de seis a 10 la cifra de policías y militares que se comprometieron a liberar, y que son los últimos uniformados que tienen en su poder.

Sería mejor “que no tuviéramos que hablar de prisioneros de ambos bandos. Que hubiera una democracia real en Colombia. Que no se asesinaran sindicalistas ni opositores políticos. Que no se desplazaran millones de campesinos”, agregó el texto firmado por Timochenko, que fue publicado en la web de las FARC.

En la carta para Orjuela, Londoño Echeverri dijo que tanto el gobierno como las “clases privilegiadas” tratan de denostar sus “actitudes de reconciliación”.

“Las clases privilegiadas de Colombia no solo han hecho un credo de la guerra, sino que aspiran a que ese credo sea el único que alimente la conciencia de 46 millones de compatriotas. Nosotros, en cambio, siempre hemos pensado diferente”, refirió Timochenko.

Los rebeldes han estado en guerra con el gobierno colombiano desde la década de 1960, aunque se han debilitado en los últimos años, con la muerte de líderes como Alfonso Cano, ocurrida en noviembre del 2011.

El 3 de marzo, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, consideró como una campaña de «terrorismo avispa» de las FARC la muerte de un menor y dos soldados, la activación de bombas, la incitación a un paro de transporte y los disturbios por la construcción de una hidroeléctrica.

Con información de CNN

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