#LadyCinépolis y la necesidad de reivindicar al periodismo

EL ARCÓN DE HIPATIA
Por. Saraí AGUILAR ARRIOZOLA 

El pasado 28 de marzo del presente año un empleado solicitó a las asistentes a un cine –madre e hija– que bajaran los pies de los asientos de enfrente porque podían dañar las instalaciones, por lo que comenzó una discusión en el interior de la sala. El caso se conoció apenas la semana pasada por la difusión de los videos sobre ese hecho en redes sociales bajo la etiqueta #LadyCinépolis.

Uno de los aspectos que llama la atención es que una de las involucradas en el altercado intentó orientar la discusión como si fuera una agresión de género, para así tratar de inculpar de acoso sexual al empleado del cine que les pidió que bajaran los pies de las butacas ubicadas en la fila delantera. Se remarcó mucho que la joven amenazó con hacer que metieran a la cárcel al trabajador o con causar su despido.

Los videos con la discusión y la amenaza se viralizaron, a la par que la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México desmintió a #LadyCinépolis y a su mamá, y al aclarar que ambas fueron desalojadas por alterar el orden y que no presentarían querella alguna.

Lo que no pudo evitar el comunicado es la agresión que de inmediato se dirigió hacia el feminismo y las feministas. Entre los tuits y comentarios al escándalo abundaban aquellos que recriminaban al movimiento de este tipo de abusos.

Si algo queda claro es la necesidad del feminismo y del activismo a raíz de este tipo de situaciones. Si las mujeres en cuestión estuviesen concientizadas de la gravedad del acoso sexual y del viacrucis que atraviesan las víctimas de éste para denunciar y el ser revictimizadas y acusadas por ser víctimas, muy probablemente no lo habrían tomado a la ligera y usado de amenaza.

Justo en este aspecto #LadyCinépolis evidenció su enorme desconocimiento de la realidad, pues las mujeres que señalan acoso rara vez obtienen justicia expedita, así como ella presumía que conseguiría con tan solo señalarlo.

Sería de gran ayuda que conociera los resultados del estudio ‘Impunidad feminicida: radiografía de los datos oficiales sobre violencia contra las mujeres (2017-2019). En el caso de abuso sexual, entre 2017 y mayo de 2019, la Red TDT documentó que las fiscalías estatales recibieron 28 mil 977 denuncias, siendo Jalisco la entidad en la que más denuncias se interpusieron con 5 mil 660 casos, seguida de la Ciudad de México, Chihuahua y Baja California, que superan las 3 mil denuncias. Sin embargo, el nivel de sentencias condenatorias conseguidas en el mismo periodo de tiempo y en las que se benefició a mujeres fue de apenas 785. (Animal Político 04-marzo 2020).

En porcentaje, el 2.7% de las denuncias por abuso sexual documentadas acabaron en una sentencia a favor de la víctima mujer. El 97% restante continúa impune. En el caso de delitos como el acoso el panorama es peor. Entre 2017 y mayo de 2019, la Red TDT monitoreó 3 mil 502 denuncias por hostigamiento sexual, de las cuales sólo 10 acabaron en una sentencia a favor de una víctima mujer. Esto es, el 0.2% de los casos registrados, por lo que el nivel de impunidad es de prácticamente el 100 por ciento.

Y como respuesta a aquellos que cuestionaron al feminismo, cabe recordar que este movimiento lucha contra la opresión de género que han sufrido históricamente las mujeres y no para defender mentiras o para ser usado como instrumento de intimidación.

La respuesta es muy simple… la pregunta es si los que cuestionan al feminismo por episodios como éstos señalarán con igual énfasis las trasgresiones reales que las mujeres vivimos día a día. Pues tal parece que en este mundo las mujeres somos responsables de las agresiones que vivimos y de las fallas que alguien comete, pero no hay manera de no salir dañadas.