La reforma a la ley de Banxico

A PROPÓSITO 
Por: Fernando MORENO PEÑA

Gran polémica ha desatado la iniciativa de reforma presentada por el senador Ricardo Monreal a la Ley del Banco de México, en particular a su artículo 20, en la que mandata al banco central a comprar todos los dólares y divisas en efectivo que no puedan ser procesadas en el sistema bancario y que deberán ser adquiridas por la institución, bajo el argumento de ayudar a los trabajadores migrantes que traen efectivo desde los Estados Unidos.

La iniciativa fue aprobada ya por el Senado de la república, ante la reacción negativa de los directivos de Banxico, del sector empresarial y de la Asociación del Banco de México, que la consideran atentatoria a la Autonomía de Banco Central y una serie de inconvenientes y de riesgos que alterarían la función sustancial de Banxico.

El gobernador del Banco de México (BdeM), Alejandro Díaz de León, reiteró ante los diputados de la Comisión de Hacienda, que la minuta del Senado con reformas a la Ley del Banco de México, violaría la autonomía de esa institución.

Díaz de León refirió que la minuta propiciaría la inutilidad de los billetes y monedas extranjeros para los propósitos de la reserva de los activos internacionales; y los activos no contarían con la disponibilidad inmediata que se requiere para que sean usados en los fines de la propia reserva, y al mantenerse en efectivo tales billetes y monedas, no podrían ser invertidos, puesto que todas las transacciones de Banxico son electrónicas.

La adquisición de los activos haría que el banco pase, de ser entidad pública que no representa ni tiene riesgo de lavado de dinero, a que sea clasificada de alto riesgo; violación a la autonomía constitucional del BdeM, y habría afectaciones con el exterior”.

No sólo las reservas internacionales están en peligro de contaminarse de lavado de dinero con la reforma. También peligran acuerdos como la línea de intercambio de divisas pactada con la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, la cual ha servido para inyectar liquidez al mercado cambiario durante la pandemia de Covid-19.

Tan es así, que las alarmas en E.U se encendieron, el Gobernador del Banxico, Alejandro Díaz de León, recibió la semana pasada llamadas de funcionarios del Departamento del Tesoro y del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos, para expresar gran preocupación por esta reforma.

Banxico reiteró que la medida violará la autonomía del banco porque lo obliga a realizar operaciones con recursos cuyo origen no es autenticado por los intermediarios. El Banco, en vez de ser solamente un regulador, se convertiría en una institución regulada, pues al recibir dólares tendría que ser auditado y expuesto a que le cierren cuentas con las instituciones internacionales.

Desde 1998, Banxico no ha realizado operaciones que involucren divisas en efectivo. De enero a septiembre de este año, los bancos captaron 4 mil 732 millones de dólares en efectivo. De ellos, colocaron con el público 744 millones y repatriaron a Estados Unidos 3 mil 887 millones y solo quedaron en sus bóvedas 102 millones, esta cantidad tan pequeña no amerita hacer una reforma legal y exponer a riesgos a Banxico.

Los riesgos que se prevén al convertir a Banxico en comprador de dólares en efectivo son: lavado de dinero, financiamiento al terrorismo, se compromete la integridad de las reservas internacionales, se atenta contra la autonomía del banco, habrá un impacto negativo sobre las reservas internacionales, podría haber reducción en líneas de crédito y financiamiento internacional y estarían en riesgo la custodia de activos internacionales.

El argumento a favor de la reforma expresado por Ricardo Monreal es que los migrantes son afectados al cambiar sus dólares y recibir un precio menor o las familias que reciben remesas en dólares en efectivo sufren la merma en el cambio a pesos.

Cabe destacar que el 99 por ciento de las remesas en dólares que provienen de migrantes a sus familias son vía electrónica y no en efectivo, las transferencias electrónicas son la vía más barata, rápida y segura para mover dinero entre ambos países.

¿Para qué distraer a Banxico de su función central y ponerlo a captar dólares en billetes?.

Banxico se convertiría en una casa de cambio para recibir de bancos billetes y monedas extranjeras que no pudieron colocar entre usuarios o repatriar.

El espíritu de la reforma es que los dólares que traen migrantes en efectivo los puedan cambiar a pesos en bancos y que éstos los absorba el Banxico.

Gerardo Esquivel, subgobernador de Banxico del Instituto Central, propuesto para ese cargo por AMLO, afirma que la reforma pone en riesgo las reservas internacionales del país y abren la puerta a que recursos de procedencia ilícita -como los que maneja la delincuencia organizada- ingresen al circuito financiero mexicano, con lo que las instituciones internacionales que combaten el lavado de dinero podrían tomar acciones contra las cuentas de Banxico.

Existe un gran riesgo porque el Banco de México resguarda las reservas internacionales del país, 194 mil millones de dólares propiedad de la nación, que se mezclarían con activos en efectivo que pudieran tener una procedencia de origen ilícito y manchar o poner en duda la solvencia de las reservas.

La compra de dólares en efectivo es tarea de los bancos que son capaces de repatriar sus excedentes de divisas, ya sea vendiendo dólares a los turistas que van al extranjero o bajo acuerdos con corresponsalías en Estados Unidos y tienen un reconocimiento de solvencia.

Pero hay una parte de bancos mexicanos que no pueden tener acuerdos con contrapartes estadounidenses que son las que tienen el dinero en bóvedas, y por lo tanto, representan los recursos más riesgosos, bancos que tendrían que vender al Banco de México dichos recursos, transfiriendo todo el riesgo asociado a esos activos, que esos bancos no lograron colocar en el exterior.

El Subgobernador de Banxico Gerardo Esquivel, reitera el riesgo: “En el momento en el que sepan estos bancos que pueden venderle todo lo que quieran al Banco de México, pues van a empezar adquirir y a participar en el mercado de valores en efectivo, sabiendo que eventualmente lo podrán colocar a través de las reservas internacionales y del Banco de México.

“Esto abre la puerta a que bancos que no cumplen o que no han cumplido las exigencias de contrapartes en el exterior, relajen los controles de supervisión y puedan empezar a participar de manera significativa en el mercado cambiario en dólares en efectivo y ése es el riesgo”.

Jonathan Heath, integrante de la junta de gobierno del Banco de México, propuesto también por AMLO, crítica que no se debe reformar una ley para favorecer a una sola empresa, especialmente con un historial negativo con la SEC (Securities and Exchange Commission) en Estados Unidos.

El comentario de Heath fue interpretado por analistas como referencia al magnate mexicano Ricardo Salinas, quien defendió esta semana la ley en un blog y es dueño de Banco Azteca, usado por muchos mexicanos para cambiar dólares.

La Asociación de Bancos de México (ABM) advirtió que la iniciativa de reforma a la Ley del Banco de México enviada a la Cámara de Diputados, se pone en grave riesgo al conjunto del sistema financiero nacional.

“La ABM considera que la iniciativa actual, la cual no ha sido promovida por esta asociación, incrementa el riesgo de lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo al obligar a Banco de México a operar como comprador de última instancia de divisas esta medida podría comprometer las reservas internacionales del país y afectar la estabilidad del sistema financiero en su conjunto”.

En platicas con los funcionarios del Banco de México y la Asociación de Bancos con los diputados a través de la Comisión de Hacienda habían acordado discutir ampliamente la minuta aprobada por el Senado y llevar la discusión al pleno hasta el mes de febrero, pero de última hora, al estilo de la 4T, un asunto de suma importancia nacional, será aprobado hoy mismo.

El argumento de los legisladores de Morena, es de que urge aprobar ya esta reforma, para que los paisanos que regresan a México en las fiestas de fin de año, puedan cambiar sus dólares a buen precio, así el Banco de México pasará hacer una casa de cambio más.