La defensa ataca ahora al juez soga

En un giro inesperado y de alto riesgo, el equipo legal de los tres mexicanos acusados de narcotráfico en Malasia elevó las apuestas y presentó un recurso de apelación de emergencia ante la Suprema Corte del país contra el juez Mohamed Zawawi y su decisión de no revisar las “inconsistencias” en las evidencias que vinculan a los sinaloenses con una fábrica de metanfetaminas cerca de la frontera con Singapur.

Luego de que Zawawi desestimara a principios de mes los argumentos de la defensa de los mexicanos en torno a que el juicio debía ser anulado debido a la desaparición y manipulación de evidencias —“abogado, sus argumentos no se sostienen”, advirtió entonces—, el equipo legal de José Regino, Luis y Simón González Villarreal optó por llevar las cosas al máximo nivel posible: la Corte Federal de Malasia, el equivalente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación mexicana.

“Estamos convencidos de que es necesario federalizar el caso, por así decirlo, para que haya justicia”, dijo el abogado de los mexicanos, Kitson Foong. El fallo de Zawawi, que encabeza el juzgado cuarto de lo penal del Alto Tribunal de Kuala Lumpur, será entonces revisado en nivel superior: los magistrados más respetados de todo el país, hombres que han cursado buena parte de sus vidas legales en Inglaterra.

A partir de ahora y en un proceso fast track que no deberá tomar más que unos días, la Corte analizará las evidencias que tienen a los sinaloenses a un paso de la horca para definir si, en efecto, el juicio debió ser anulado.

Sólo hay dos opciones posibles: o se acepta el argumento de la defensa, el juicio es desechado y los González Villarreal son liberados, o se aprueba la tesis de Zawawi en torno a que las irregularidades son mínimas y no ameritan descarrilar el caso.

Integrada por 20 magistrados, la Corte de Malasia es el máximo órgano judicial del país y aunque el asunto muy probablemente no llegará al pleno por tratarse de un caso relativamente menor, se prevé que será turnado a una de sus salas para que sea la que se pronuncie sobre el juicio contra los tres sinaloenses, que comienza a dar señas de complicarse.

A todas luces, la apuesta de la defensa se centra en que la Corte federal intervenga y retire el caso de manos de Zawawi, un juez tan respetado como temido en Malasia y que hasta ahora ha concedido pocas de las solicitudes de Foong y compañía, a quienes ha puesto contra la pared una y otra vez.

Foong sorprendió a Zawawi con su petición al reiniciarse el proceso. “Mi lord, queremos que la Corte federal tome el asunto de si una corte tiene el poder de revisar sus decisiones”, dijo el abogado de los mexicanos. El juez soga sólo reviró: “¿Otra vez con este tema?” En un debate que tomó aproximadamente 40 minutos, uno y otro lado se trabaron en una discusión acalorada sobre la necesidad de que la Suprema tome el caso.

Y hubo otra sorpresa. Al mismo tiempo que se presentó el recurso ante la Corte federal, Foong y su socio, el abogado Ahmad Zaidi, abrieron otro frente contra el juez soga y le advirtieron que pedirían a la Corte de Apelaciones de Malasia —otra instancia judicial, algo así como el Consejo de la Judicatura en México— revisar su actuación en el caso, una jugada arriesgada ante la molestia que podría generarle.

“Abogado, negociemos: le acepto que vaya a la Corte federal, pero ya no nos haga perder más el tiempo. Quiero que estos muchachos tomen el estrado”, dijo Zawawi. Al final, tanto Foong como el juez soga acordaron que una vez que la Suprema se pronuncie sobre el tema, los González Villarreal serán interrogados.

Pero que su trabajo vaya a estar bajo revisión por la Suprema no implica que Zawawi quedará fuera de la jugada. De acuerdo con el sistema judicial malasio, el caso se desarrollará en dos pistas: mientras la Corte federal analiza la validez de los argumentos presentados por la defensa de los mexicanos, el juez soga seguirá adelante con el proceso original.

Hacia el cierre de la edición, todo estaba listo en el juzgado de Jalan Dutta para la continuación del juicio y la presentación del primer testigo del día, el químico de la Real Policía de Malasia, Ibrahim Yasid, el hombre cuyos análisis tienen a los hermanos González Villarreal a un paso del patíbulo.

Yasid fue el encargado de analizar la ropa de los sinaloenses después de ese 4 de marzo de 2008. Fue él quien encontró la evidencia central hasta el momento: rastros de ADN de los mexicanos en ropas contaminadas por metanfetaminas.

Con información de Milenio

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