Japón, pionero en atender desastres en el mundo: Experto

Durante el tercer día de actividades de la III Semana de Japón que se realiza en la Facultad de Economía, Carlos Uscanga Prieto, del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM, dictó la conferencia: “La experiencia de cooperación internacional para el desarrollo en materia de mitigación de desastres”.

Al iniciar con la charla, Uscanga Prieto reflexionó sobre el concepto de “Desastres naturales”, pues “el desastre somos nosotros, los humanos, ya que afectamos al ecosistema; nos asentamos donde no debemos, mientras que la naturaleza sólo hace lo suyo”, afirmó.

Para adentrar a los asistentes en el tema, el ponente señaló el hecho de que Japón es un país que siempre ha sido golpeado por tifones, terremotos, tsunamis y erupciones volcánicas, pero no fue sino hasta el gran terremoto de Kanto el primero de septiembre de 1923, cuando hubo casi dos millones de damnificados y pérdidas de aproximadamente mil millones de dólares, en que comenzaron a prepararse mejor.

Después de ese desastre, dijo, “comenzaron a organizarse para contar con un plan de acción y prevención, así como con personal adecuado para actuar en este tipo de desastres y salvar la mayor cantidad de vidas posibles”.

Japón, explicó Uscanga Prieto, ha fortalecido desde entonces sus medidas de prevención junto con su desarrollo económico, por lo que “ha creado y fortalecido diferentes mecanismos de cooperación internacional para la asistencia contra desastres naturales”.

Sin embargo, “no fue sino hasta 1985 cuando se formaliza dicha ayuda, con la conformación del Equipo Japonés de Auxilio, el cual cuenta con expertos en rescate, médicos, un equipo para enfermedades infecciosas, y maquinaria adecuada”.

Los japoneses, destacó el ponente, “tienen una visión integral, pues no sólo envían ayuda monetaria a los países que sufren algún desastre natural, sino también médicos, especialistas, hacen donaciones y ayudan a la reconstrucción”.

Desde entonces, dijo para finalizar, han operado en África, Asia, Centroamérica y, por supuesto, en México durante el terremoto ocurrido el año pasado, en el que enviaron un equipo de 70 personas de la Agencia de la Policía Nacional, de la Agencia de Manejo de Incendios y Terremotos, de la guardia costera, así como perros entrenados y una provisión de 1.25 millones de dólares a través del Banco Interamericano de Desarrollo.