Japón aprueba el reinicio del reactor nuclear de Hokkaido

La japonesa Hokkaido Electric Power obtuvo el miércoles el apoyo local para las actividades comerciales de un reactor nuclear que ha estado operando en una zona gris, despejando la incertidumbre sobre su estatus mientras Japón sopesa la necesidad de un suministro de electricidad frente a las preocupaciones por la seguridad de la energía atómica.

El terremoto y tsunami posterior del 11 de marzo ocasionaron fusiones y filtraciones de radiación en la planta de Fukushima Daiichi operada por Tokyo Electric Power, lo que sacudió la confianza de la opinión pública en la energía nuclear.

Eso ha empañado la perspectiva de reiniciar los reactores desconectados y planteado la posibilidad de que los 54 reactores del país puedan quedar cerrados para mayo del 2012.

El cambio de estatus del reactor número 3 de Tomari, de 912 megavatios, no significa que la planta vaya a producir más energía, ya que el reactor ha estado operando en un modo «de prueba» desde cuatro días antes del desastre del 11 de marzo.

Tampoco implica necesariamente que los reactores que ahora están desconectados obtengan aprobación local fácilmente. Los reactores que han parado -39 de los 54 que hay en Japón- deben primero someterse a «pruebas de resistencia» que confirmen su seguridad.

El gobernador de Hokkaido, Harumi Takahashi, dio su aprobación a las operaciones comerciales del reactor número 3 de Tomari en una rueda de prensa el miércoles, y se esperaba el consentimiento formal para el cambio de estatus por parte del ministro de Comercio.

«Creo que el gobernador de Hokkaido está tomando una decisión razonable y aceptada por todos», dijo Toshinori Ito, destacado analista de UBS Securities Japan.

«Espero que la decisión del gobernador ayude a los dirigentes de otras comunidades que cuentan con reactores a calmarse, afrontar la realidad y usar el sentido común», añadió.

El reactor número 3 de Tomari no operará más que unos pocos meses, dado que debe parar a final de mayo del 2012 para la siguiente ronda de mantenimiento.

Las preocupaciones sobre el impacto para la economía japonesa de un cierre de todos los reactores nucleares -que suministraban aproximadamente el 30 por ciento de electricidad antes del desastre de marzo- se han topado con la inquietud sobre la seguridad tras la peor crisis nuclear mundial en 25 años.

También enfrentan la desconfianza hacia las compañías y los reguladores tras una serie de escándalos.

Los sondeos muestran que un 70 por ciento de los votantes apoyan la visión del primer ministro Naoto Kan de un futuro libre de energía nuclear.

«Una de las responsabilidades más importantes que tiene el gobernador es la protección de la vida de los ciudadanos de su prefectura», dijo Hideki Osada, representante del Foro Movimiento de Paz Hokkaido, un grupo antinuclear.

«Estamos en contra de que el gobernador dé el reconocimiento formal a las operaciones de la planta. En relación a las plantas que están ya en funcionamiento, deberían detenerse finalmente teniendo en cuenta las consecuencias a corto y largo plazo para la seguridad», añadió.

Se espera que el impopular primer ministro, sin embargo, dimita en las próximas semanas y la mayoría de sus potenciales sucesores han dicho que sería difícil que se abandone la energía atómica totalmente.

Con información de Reuters

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