De las verrugas o fibromas se escuchan muchos mitos acerca de cómo pueden eliminarse del cuerpo, pero lo más importante es acudir a un médico especialista y evitar remedios caseros.
Se dice por ejemplo, que debe limpiarse la zona afectada con caldo de frijoles en su primer hervor, untarse cáscara de plátano, salir en luna llena a bailar alrededor de una vasija de agua para posteriormente untársela, entre otros supuestos remedios.
Sin embargo, Guadalupe Villanueva Quintero, subdirectora médica del Instituto Dermatológico “José Barba Rubio”, aclara que este tipo de remedios caseros no tienen ningún efecto para eliminar los fibromas e incluso pueden causar daños en la piel, como en el caso del caldo de frijoles, que sólo causa quemaduras.
“Existen muchas cosas que uno puede inventar, si en un momento dado a alguien le resultó o fue mera coincidencia que mejorara la condición por la cual lo aplicamos, sólo actuaría como placebo”, señaló Villanueva Quintero.
Se les llama verrugas, a los conocidos mezquinos y verrugas filiformes o papilomas, que son provocadas principalmente por algunos tipos del virus del papiloma humano. Son comunes en niños, y se pueden contagiar (aunque no en toda la gente), por contacto directo con la piel infectada.
Los fibromas laxos o péndulos son crecimientos de la piel normal, y como su nombre lo dice, tienen un pedículo o cuello, que está adherido a la piel. Son blandos al tacto y se localizan con mayor frecuencia en los lados del cuello, o en los sitios de los pliegues como son axilas e ingles.
Están determinados genéticamente (herencia familiar), o se producen cuando hay sitios de roce o fricción (sobre todo en los pacientes con sobrepeso). Se caracterizan porque son pequeños, y pueden ser del color de la piel, o pigmentados en tonos oscuros, detalló la dermatóloga.
Otro tipo de verrugas muy frecuentes son las queratosis seborreicas, que se observan en personas de la tercera edad con mucha frecuencia. Son benignas y se caracterizan por ser lesiones planas verrugosas o con escamas, de color oscuro y que aparecen sobre todo en cara y en espalda.
La experta precisó que todas estas lesiones deben desde luego ser tratadas por médicos con conocimiento en la piel y en los tratamientos que se pueden brindar.
Nunca un paciente debe automedicarse, porque existe el riesgo de cicatrización inadecuada, o de quemar o tratar otras lesiones que no son benignas, y el diagnóstico de un tumor maligno, puede retardarse.
No se puede evitar que aparezcan, pero si mejorar el aspecto al retirarlos, además que pueden causar diversas molestias como comezón.
Muchas personas se ligan estos fibromas con hilos o cabellos provocando una necrosis de la piel lo que causa molestia y dolor al traumatizarlos, por lo que se recomienda vigilar el aumento de peso y si aparecen acudir al médico especialista para que se retiren. Es importante señalar que los fibromas no son lesiones malignas y no causan cáncer. BP
