Colima.- Hay cosas que solo en la política mexicana suceden, y Colima no es la excepción, desde primeras damas candidatas hasta cambios inéditos de militantes de un partido a otro, todo bajo una característica: el deseo de no dejar el poder.
Hermanos al poder
Todo parece indicar que los hermanos Federico y Guillermo Rangel Lozano serán diputados en el Congreso estatal para el próximo trienio, coordinando dos distintas fracciones legislativas: la del PRI y Nueva Alianza, respectivamente.
En el caso de Federico, tiene prácticamente su lugar seguro, pues ocupa la primera posición en la lista de plurinominales del Revolucionario Institucional, ganado después de haber sido relegado de sus aspiraciones de ser gobernador.
Por su parte, Guillermo compite por el distrito II, de histórico triunfo priista, y aunque oficialmente es el candidato de Nueva Alianza, representa de facto al PRI, quien por primera vez no postuló a un candidato en un distrito electoral local.
Primeras damas
Dos esposas de ex gobernadores, y la cónyuje del gobernador actual, desean ser ahora las que tomen el poder al ocupar cargos de elección popular respaldadas por las siglas del PRI.
Hilda Ceballos Llerenas, cónyuge del ex gobernador Fernando Moreno Peña, ha sido diputada local y diputada federal, y ahora compite una vez más por ser legisladora local representando al distrito I.
También para ser diputada local, pero por el distrito III, compite Alma Delia Arreola Cruz, esposa del gobernador Mario Anguiano Moreno. Ella no ha ocupado antes un cargo de representación popular.
Finalmente, Norma Alicia Galindo Matías, viuda del ex gobernador Gustavo Vázquez Montes, es candidata del PRI por el distrito federal II. Fue senadora, supliendo a Itzel Ríos de la Mora por cuatro meses entre 2013 y 2014.
El multicolor
Ernesto Márquez Guerrero es un claro ejemplo de un político camaleónico o multicolor, con habilidad única para cambiar de color o ponerse nueva piel, dependiendo de quién le abra las puertas para ser candidato.
Fue presidente municipal de Armería de 2003 a 2006 por el PRD y ex candidato a diputado local por este partido para la LV Legislatura, perdió con Gonzalo I. Sánchez Prado.
A pesar haber pertenecido al PRD, Ernesto Márquez Guerrero fue el abanderado panista para buscar de nueva cuenta la presidencia municipal luego de la negativa del PRD para hacer una coalición… y ganó de nueva cuenta la alcaldía.
Ahora, es candidato a la alcaldía y no contenderá ni por el PRD ni por el PAN, sino por el PVEM, ¿la suerte lo acompañará de nuevo?
El cantinfleador
La Real Academia Española define el verbo cantinflear como: hablar o actuar de forma disparatada e incongruente y sin decir nada. Así está el presidente municipal de Manzanillo con licencia, Virgilio Mendoza Amezcua, quien ha militado en el PRI y ADC, y antes ya había sido presidente municipal por el PAN (2006-2009).
En Acción Nacional militó hasta hace un par de meses, cuando ante la imposibilidad de ser el candidato a gobernador, a pesar de ser el mejor posicionado entre el electorado, escuchó el canto de las sirenas del PVEM.
Y es que ahora es candidato a diputado federal plurinominal por el Verde, en la primera posición de la quinta circunscripción, lo que le garantiza prácticamente una curul en la Cámara de Diputados.
Sin embargo, las contradicciones llegaron cuando Virgilio Mendoza pidió hacer voto diferenciado, apoyando para la gubernatura al candidato de la coalición PRI-PVEM-NA, José Ignacio Peralta Sánchez, y para la alcaldía porteña a su ahijada política, la panista Gabriela Benavides Cobos.
Es decir, ahora es del PVEM y pide votar por el PRI y por el PAN… ¡vaya incongruencia!
El verde mas priista
El priista Nabor Ochoa López, sin ser militante del PVEM, es diputado federal plurinominal por el Verde y ahora es candidato en la primera posición plurinominal para ser diputado local.
El familiar
Nicolás Contreras Cortés perdió en las pasadas elecciones la contienda por la presidencia municipal de Colima frente a su cuñado Federico Rangel y ahora compite para ser diputado local por el distrito II contra Guillermo Rangel, al que le entregó la secretaría general del SNTE años atrás.
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