HÉROES DE COLIMA

TAREA PÚBLICA
(Amando Hernández  Gómez, colimense que siempre tendió su mano a nuestros paisanos en USA)
Por: Carlos OROZCO GALEANA

La migración es un fenómeno  existente desde tiempos inmemoriales, cuando el hombre, por condiciones negativas en su hábitat o por simple curiosidad, se atrevió a dirigirse a lugares desconocidos y quizás más inhóspitos que los abandonados.  La historia registra migraciones extraordinarias  que culminaron, en regiones y continentes distintos,  en lo que hoy  son pueblos y ciudades modernos. La migración es  connatural al hombre.

Pero la migración, en el mundo de hoy, es vista como una amenaza para los imperialismos. Recuérdese a Trump, de familia migrante. Se olvida que naciones poderosas de hoy se constituyeron gracias a  la migración, a la aportación de millones de personas que abandonaron sus lugares de origen al huir de la guerra o de la hambruna o de regímenes homicidas que intentaron destruir cultura e identidades sin poder lograrlo.  Ahí está, como ejemplo, el pueblo judío, vivito y coleando.

Por razones de vecindad y economía, fundamentalmente,  Estados Unidos ha sido para los mexicanos tierra de oportunidades y superación. No les fue fácil hacer vida a cientos de miles de personas  asentadas definitivamente  allí, sufrieron  privaciones, amenazas y muerte en su devenir.  En nuestros días, las caravanas migrantes prueban que la gente sigue en búsqueda de trabajo para sus familias y que son capaces de arriesgar la vida al cruzar por el Río Bravo o por el desierto, siendo víctima frecuente de coyotes abusivos que los abandonan a su suerte. Hay que quitarse el sombrero, como decimos los mexicanos, ante tales sacrificios de esos compatriotas .

Colima tiene que ver en ese deseo de vida de muchos.  Según Miguel Pérez Rodríguez, tesorero  de la organización Fuerza Migrante con sede en Nueva York ( Noticiero 10 de octubre), hay 80 mil colimenses viviendo en Estados Unidos, la mayor parte en California.

Esos colimenses trabajan duro para sostener a sus familias allá pero también les da margen para enviar recursos a los suyos que viven en México, en Colima, y gracias a ello es posible que las condiciones sociales se mantengan, aunque es cierto que hay pobreza en distintos puntos de nuestro territorio, aliviado en parte por programas oficiales y por aportaciones de esos migrantes. Son héroes de Colima, sin duda.

Y lo son porque si no fuera por ellos, el gobierno sería incapaz de traducir su esfuerzo en la mejoría para el buen vivir. El dinero de los migrantes sirve no solo para dar de comer a muchos, sino para ayudar a  que las familias, sobre todo los jóvenes, se superen y lleguen incluso a las universidades, y a tener una vida mejor. Además, aportan también para hacer pequeñas obras en sus comunidades, y eso cuenta bastante  porque facilita el mejoramiento del entorno y servicios adicionales a los básicos (agua, calles, drenaje ).

La unión hace la fuerza, definitivamente. Y es por ello que, al decir de Pérez Rodríguez,  Fuerza Migrante continuará trabajando en favor de las comunidad colimense y  mexicana a que acceda al trabajo, a  la seguridad y a todos los derechos que tiene una persona.

Y claro que no es fácil lograr una vida productiva y exitosa en Estados Unidos. Son miles los que fracasan porque no hacen las cosas bien o porque son deportados, pero quienes se quedan  multiplican sus opciones de trascender en lo económico y en tener una vida con satisfactores que en México quizás no tendrían.

Es preciso reconocer que esa presencia colimense en Estados Unidos es también gracias a la intervención de numerosas personas e instituciones oficiales que ayudaron en su momento con  asesoría legal y recursos en situaciones límite, a la permanencia de los paisanos. Entre ellos, cito a Amando Hernández Gómez, quien durante mucho tiempo y de distintas formas, tendió siempre su mano amiga a muchos colimenses que encontraron en él un respaldo total en momentos de agobio. Y así como Amando, habrá sin duda héroes anónimos que pusieron su grano de arena para hacer realidad los sueños y las aspiraciones de tantos mexicanos exitosos en Estados Unidos.

Gracias amigos migrantes por su gran contribución a que nuestra entidad siga siendo tierra buena, al margen de quienes gobiernen. Ustedes no saben de ideologías ni de pleitos entre partidos, sino que solo trabajan   fuerte para cumplir sueños. Gracias porque en épocas duras, como durante la pandemia, no se doblaron y siguieron aportando recursos para salir adelante. Gracias, son nuestros héroes.