Funcionario EEUU en Saná, militantes Al Qaeda escapan de cárcel

Un destacado funcionario estadounidense está manteniendo conversaciones con miembros del Gobierno de Yemen, que está al borde de la guerra civil por la negativa del presidente Ali Abdullah Saleh a aceptar la demanda de los manifestantes de que deje el poder.

Estados Unidos y su aliado Arabia Saudita temen que un vacío de poder y una guerra tribal sea explotado por un brazo local de Al Qaeda para lanzar ataques en la región y otros lugares.

En tanto, decenas de militantes de Al Qaeda escaparon el miércoles de una prisión en la ciudad de al-Mukalla, en el sur del país, en el último episodio sangriento entre las fuerzas de seguridad y los insurgentes en esa zona.

Una fuente del Gobierno yemení dijo que Jeffrey Feltman, secretario adjunto para Asuntos de Oriente Cercano de Washington, se reunirá con el ministro de Relaciones Exteriores, Abubakr al-Qirbi, y el vicepresidente, Abd-Rabbu Mansour Hadi, que está oficiando de presidente interino.

El funcionario también conversará con el hijo de Saleh, Ahmed Ali Abdullah Saleh, a quien se consideraba como el futuro heredero de la presidencia hasta las protestas desatadas este año.

Saleh está en Arabia Saudita recuperándose de las heridas que sufrió en un ataque contra su palacio en Saná hace casi tres semanas.

Las conversaciones se centrarán en «la situación en Yemen y el tema de la transferencia del poder» del presidente a su vice, dijo la fuente del Gobierno.

Como comandante de las Guardias Republicanas, la principal fuerza de ataque, Ahmed Ali tiene influencia en el país de 23 millones de habitantes, que está ubicado en la frontera sur de Arabia Saudita, el principal exportador mundial de petróleo.

Saleh ha desafiado las demandas de los líderes mundiales, figuras de su propio Ejército y decenas de miles de manifestantes para que abandone su mandato de 33 años, que ha llevado a Yemen al borde de la ruina financiera.

También ha exasperado a sus vecinos ricos del Golfo Arabe acordando renunciar en tres oportunidades, pero finalmente abandonando un plan para una transición del poder a último momento.

En un intento de calmar las protestas, Saleh garantizó que no entregaría la presidencia a su hijo, pero muchos yemeníes dicen que miembros clave de su familia, incluyendo Ahmed Ali, mantienen un firme control de lugares de poder.

Los partidos de la oposición, aliados con activistas jóvenes, han insistido en que Saleh entregue formalmente el poder a Hadi como un paso hacia un nuevo Gobierno democrático.

En el sur de Yemen, decenas de militantes de Al Qaeda escaparon de la cárcel luego de un ataque en el complejo.

Un soldado murió y dos resultaron heridos cuando los militantes comenzaron a disparar en la prisión al-Munawara, en la ciudad portuaria de al-Mukalla, dijo un funcionario de seguridad.

«Los militantes abrieron fuego en las puertas de la prisión e intercambiaron disparos con los guardias, hiriendo a dos y matando a uno», indicó, agregando que había 62 prófugos.

Todos los presos eran yemeníes y la mayoría había sido encarcelado tras regresar de Irak, donde combatieron para las filas militantes, añadió.

Con información de Reuters

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