Los alimentos son importantes porque nos proporcionan la energía y los nutrientes que necesitamos para llevar una vida sana y activa. Cada uno de los seres humanos debe ser siempre capaz de conseguir los alimentos que necesita para llevar una vida sana y activa.

Aparte de hacer suficiente ejercicio y beber bastante agua, una parte muy importante de estar sano es tener una dieta adecuada, lo que significa comer suficientes alimentos nutritivos, inocuos y variados todos los días para poder crecer y vivir de forma activa.

Los alimentos que elegimos para comer se basan en muchos factores diferentes: el tiempo que tenemos para cocinar o comer, lo que sea más fácil de comer, lo que comen los demás, la ocasión, nuestra cultura o religión, lo que nos gusta, nuestros hábitos, y también nuestros conocimientos y habilidades culinarias.

Pero dos cosas muy importantes nos ayudan a decidir lo que comemos: el precio y la disponibilidad.

Tipos de alimentos

Estar sano es responsabilidad de todos, para ello debes conocer los diferentes ingredientes, o principales grupos de alimentos, que componen una dieta saludable:

  1. Las frutas y verduras nos aportan vitaminas, minerales, fibra y azúcares naturales. Debes comer la mayor cantidad posible de frutas y verduras de temporada todos los días.
  2. Los cereales (trigo, arroz, avena, maíz, cebada u otros granos). Se les llama «alimentos básicos», ya que se comen todos los días. Contienen hidratos de carbono, que son tu principal fuente de energía.
  3. Los tubérculos y plátanos incluyen papas, ñame, batata, yuca y yautí, y también son una fuente de carbohidratos, vitaminas y minerales. Los plátanos son también un alimento básico importante en muchos países.
  4. Las legumbres y frutos secos son fuentes esenciales de proteínas. Provienen de las plantas, cuestan menos que otros alimentos ricos en proteínas, son ricos en fibra, bajos en grasa y tienen otros minerales y vitaminas esenciales.
  5. Todos los productos lácteos derivan de la leche (de vaca, cabra, oveja, búfalo, camello, yak, caballo e incluso alce) e incluyen leche, queso, yogur, cuajada y suero de leche. Contienen mucho calcio, proteínas y grasas.
  6. La carne, el pescado y los huevos contienen hierro y proteínas, que son los que te hacen fuerte y ayudan a reparar tu cuerpo cuando te lastimas.
  7. Las grasas y aceites ayudan a nuestros cuerpos a mantenerse sanos, pero sólo si son del tipo correcto. Elije aceites vegetales, mantecas de frutos secos y aguacate en lugar de grasas animales, mantequilla, nata o aceite de palma, y evita los alimentos fritos con alto contenido de grasas.
Pero, ¿cómo hacer comer sano?

Sigue la regla de un tercio de verduras: Trata de llenar un tercio de tu plato con verduras en cada comida, o tal vez comer una comida vegetariana una vez a la semana. Céntrate en comer frutas y verduras frescas, en especial aquellas que se cultivan localmente y orgánicamente.

Ayuda en la cocina: Observa y aprende mientras tus padres cocinan, y ofréceles ayuda cuando veas que están cansados. Hay un montón de recetas fáciles, rápidas y nutritivas en Internet que te pueden inspirar. Visita los mercados locales y pide a tus padres que compren frutas y verduras de temporada y que elijan alimentos frescos en lugar de conservados o enlatados. ¿Sabías que la agricultura ecológica ayuda a que nuestros suelos se mantengan sanos?

Toma medidas en la escuela: La buena nutrición no acaba en casa. Si tienes una cafetería escolar o una máquina expendedora, mira los alimentos que ofrecen y comprueba si hay suficientes frutas y verduras. Si no es así, habla con tus maestros sobre cómo cambiar las opciones alimentarias.

Sé un consumidor crítico: Tómate tu tiempo para leer la lista de ingredientes en las etiquetas de los alimentos y comprobar si los alimentos tienen un alto contenido de sal, azúcar o grasas. Hay que prestar atención al valor nutritivo de los alimentos, no a su aspecto, ni a lo genial que es el envase. Presta atención ante indicaciones como cero, bajo contenido en y light, a menudo se utilizan para hacer que los alimentos parezcan más saludables, y no siempre es cierto… ¡No dejes que el empaque te engañe!

Al aprender qué alimentos son buenos para nosotros –y para el medio ambiente–, podemos contribuir a que haya suficientes recursos para lograr un futuro feliz y saludable.

Con información e la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura