EXPLORADOR

¿QUÉ VIENE?
Por: Sean Osmin HAMUD RUIZ

Debo comenzar hoy con un dato que me da mucho gusto conocer. Leí una nota periodística (en AFmedios) donde se anunciaba que se hará la presentación de una alerta sísmica para nuestro estado, que comenzará a funcionar a partir del próximo 19 de septiembre. Hace un año fui una de las voces que sugería a las autoridades que precisamente en nuestro terruño debiera de contar con un sistema de aviso ante este tipo de eventualidades. Es satisfactorio que así vaya a suceder.

Pero, así como hay buenas noticias, también las hay muy polémicas.

En los primeros días de este mes, el titular de la secretaría de educación en Colima declaraba respecto al asunto de la distribución de los nuevos libros de texto gratuitos: “Al día nos ha estado informando la secretaria… No estamos para violentar la ley, estamos para cumplirla y hacerla cumplir y en esa parte hay un dictamen que debemos acatar” refiriéndose al amparo concedido a la Unión Nacional de padres de Familia, donde se resuelve que se prohíbe tajantemente sean distribuidos estos ejemplares. Esta sentencia se emitió el día 21 de agosto. La SEP anunció que interpondrá el recurso legal correspondiente para impugnar esta sentencia y por ello alega que no es firme y entonces ahora se decidió por las autoridades de educación estatales sí comenzar con la entrega de los LTG. No hay impedimento legal para que la SE recurra jurídicamente este trámite, pero lo controversial es que el resultado del mismo puede confirmar la sentencia ya emitida o modificarla o revocarla y entonces resulta que legalmente, al no haber una sentencia en sentido diferente, por lo pronto se violará la ley al incumplir con la resolución mencionada, siendo que el compromiso público del secretario fue distinto. Seguramente su razonamiento es producto de aquello de que “no me vengan con que la ley es la ley”.

¡Qué difícil vivir así!

No cabe duda que para poder moverse en esa tierras fangosas, se debe ser todo un EXPLORADOR.

MICROCUENTO

“Encajar siempre tiene sus niveles de complejidad. A veces no se dan ni la forma, ni la orientación. Pero para cumplir, definitivamente hay que encajar. Y cuando se da, sin duda esa corriente que va y viene por todo lo largo, se siente bien”. Así explicaba su sentir el dicharachero enchufe.