ESCOLLERA / La violencia política, apareciendo con discursos de odio

Por Edgar Cazares

*Flaco favor le hace a la democracia y al nivel de tolerancia y respeto que debe prevalecer en toda competencia electoral la candidata morenista a la alcaldía porteña quien, en un video que ha circulado viralmente en redes sociales, se le escucha haciendo un llamado a apedrear a uno de sus rivales.

A lo que se escucha es simple y llanamente el ejemplo perfecto de un discurso de odio. Se supone que el proceso para elegir nuevas autoridades y representantes populares debe ser una auténtica fiesta cívica, pero por lo visto la postulada de marras piensa de otra manera: se toma muy a pecho aquello de que en la guerra, en el amor y en las elecciones todo se vale.

Me extraña su discurso puesto que la citada ha sido víctima de violencia y barbarie (fue objeto de un atentado hace ya casi 2 años) y más que nadie ella debiera saber lo grave que eso representa y sobre todo debiera hacer votos, y lo que esté a su alcance, precisamente para que se le ponga un alto a la violencia.

Y si tenemos presente que ella es precisamente la gobernante, con licencia pero gobernante a fin de cuentas, de uno de los municipios más violentos del país y que su compromiso antes de acceder al actual encargo era disminuir los niveles de violencia entonces el escenario se agrava y su postura resulta incomprensible.

Pero para ser sinceros no nos extraña puesto que hablamos de la misma persona que es capaz de inventarse molinos de viento para enzarzarse en sus discusiones habituales y hasta mañaneras. No en vano la señalada le toca hacer campaña solita y su alma por aquello de representar un lastre para sus compañeros de marras.

*Y a todo esto ¿qué opinará la dirigencia MORENISTA ante los dichos de Griselda? Sería importante que dieran a conocer su postura puesto que uno de los compromisos de esta fuerza política es abatir los índices de violencia y de paso también combatir la violencia de género.

Nada más sugerencia: que no se le pregunte a Sergio Jiménez Bojado porque luego se le cruzan los cables.

*Hablando de candidatos (as). Hay una contendiente a la alcaldía porteña, nominada por un partido de la chiquillada, que también promete bajar el cielo y las estrellas a la población. Entre esas promesas está conciliar intereses entre puerto y ciudad o armonizar la relación entre ambas aristas.

Solo que a la abanderada en mención se le olvida que ya ha tenido esa oportunidad, al ser pieza clave en la denominada Comunidad Portuaria de Manzanillo (COPOMA), y no ha movido un solo dedo para ello. Ahí están las hemerotecas que no me dejarán mentir.

Algunos aspirantes se toman muy en serio aquel adagio de “prometer no empobrece”. Por fortuna también está aquel dicho que reza “por sus actos los conoceréis”.

Está más que claro que esas promesas de la candidata en mención se las llevará el viento como cenizas de cigarro expuestas a la brisa marina.

*Dicho sea de paso. Hay 8 contendientes a la presidencia municipal en Manzanillo lo que me parece un exceso y un autentico derroche del presupuesto porque para ser sinceros solo 3 abanderados tienen posibilidades y se les ve como serios competidores. Los demás parecen más bien comparsas.

De estos últimos cinco apenas dos superan el 2 por ciento de la intención del voto. Los demás serán superados y por amplio margen por los votos nulos. Ojalá la autoridad y las leyes electorales tomen muy en cuenta lo expuesto y determinen requisitos rigurosos, estrictos, al momento de permitir nuevos partidos políticos.

APUNTES DESDE LA COSTA

*Finalmente se le comienza a hacer justicia a mi playa favorita, San Pedrito. El andador dentro del balneario, las luminarias y diversa infraestructura urbana ha sido no solo renovada sino además modernizada, armonizándola con el entorno.

Durante años el céntrico balneario ha cargado con ciertos estigmas (algunos de ellos fundamentados) pero como todo en la vida tiene sus ventajas y desventajas: es verdad que durante años sus aguas no fueron las más limpias que digamos aunque esto se ha ido corrigiendo con la mejoría de programas de tratamiento de aguas y eliminación de descargas hacia esta zona. No obstante la tranquilidad de su oleaje la hacen única y sumamente recomendable para actividad recreativas.

Es como meterse a una alberca de agua salada. Sin duda hay cosas por mejorar porque en la playa y sus alrededores hay muchas personas en situación de calle y otras más que toman el lugar como una cantina a cielo abierto.

Los accesos también son un aspecto a corregir con urgencia. Pero de a poco ya se ve un mejor balneario. Ojalá sea el principio de su recuperación, de reverdecer viejos laureles. Gracias por su fina atención.

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