Por Edgar Cazares
*Muchos aspirantes priístas de Manzanillo se encuentran deshojando la margarita por aquello de la proximidad del tiempo de definiciones y más aún ahora que dicho instituto político da por hecho que habrá alianza con sus otrora rivales irreconciliables, el PAN.
En el puerto muchos suspirantes tricolores ya solo están esperando el pistoletazo de salida para públicamente reconocer sus intenciones políticas pero este tema, el de las coaliciones, sin duda que provocará que más de uno espere tiempos mejores.
Porque ciertamente habrá que esperar el perfil del candidato a gobernador, luego los acuerdos con los aliados y así poco a poco ir dando el visto bueno o descartando –según sea el caso- a cada uno de los interesados.
A pesar de los tiempos difíciles que ha tenido el tricolor, que por sí solo desde hace 20 años no gana una elección para presidente municipal, había surgido una camada interesante de jóvenes que cuando menos traen el ánimo de competir pero además han venido mostrando lealtad, virtud ya escasa en tiempos recientes en los diferentes partidos.
Entonces todavía tendrán que esperar un poco más para ver si los astros se alinean a favor de cada uno de los aludidos.
*Más difícil la tiene el PAN porteño que no se ve por dónde pueda tener la cantidad necesaria de candidatos con los arrestos y el trabajo acreditado para contender en los próximos comicios.
Sobran dedos de la mano al momento de contarlos. Y a decir verdad son los mismos de hace varios lustros, esos que han sobrevivido cómodamente cobijados por la facilidad de la representación proporcional y nunca dieron oportunidad a los cuadros jóvenes.
No es para nadie un secreto que no pocos militantes ilustres panistas decidieron sumarse a la nómina morenista que actualmente tienen las riendas en el edificio de Juárez No. 100 lo que reduce aún más la lista de perfiles.
*La verdad no entiendo la necesidad de que todos los representantes públicos lleven a cabo actos públicos para rendir sus informes anuales de actividades.
Se entiende de quienes ejerzan cargos ejecutivos aunque por los tiempos –sobre todo por la pandemia, léase- hasta estas figuras deben actuar con mucha cautela y respeto hacia la ciudadanía. No obstante hay quienes se empecinan y entienden que la época de informes puede ser un magnífico y excepcional escaparate para promocionarse y, de paso, dar rienda suelta al culto a la personalidad.
Así hemos visto no pocos casos como por ejemplo el de la diputada Ana Landa quien no solo generó un riesgo innecesario para ella, sus simpatizantes y quienes la aprecian personal o políticamente sino, a decir verdad, también tiene poco o nada que presumir.
Tuve la oportunidad de escuchar su rendición de cuentas y todo giró en torno a un compendio de iniciativas que ella simplemente respaldó con el simple hecho, en la mayoría de las ocasiones, a levantar el dedo.
Por ello es más cuestionable que haya movido cielo, mar y tierra para llevar a cabo un informe que no supo a nada, si acaso a más de lo mismo. Se entiende que de alguna manera traten de aprovechar cualquier resquicio para hacer pueblo pero en este caso –como muchos de sus homólogos de la actual legislatura- casi nada nuevo tienen que presumirnos.
Porque por ejemplo la legisladora local de marras fue de las que arribó al cargo bajo la premisa de bajarse el sueldo cuando menos a la mitad. Compromiso incumplido aunque no se quedó atrás de sus camaradas de la 4T versión colimense. Ojalá pues nuestros representantes reflexionen y eviten riesgos innecesarios en estos tiempos de tantas complicaciones sanitarias. Si no tienen nada bueno que decir preferible es que guarden silencio.
APUNTES DESDE LA COSTA
*A pesar de que el número de casos ha disminuido drásticamente en semanas recientes, lo que incluso puede facilitar la transición del semáforo epidemiológico a estándares más favorables, la amenaza del COVID-19 seguirá latente.
Ya se vio en otras latitudes, incluso más allá de nuestras fronteras, que la posibilidad de rebrotes es altamente probable si no se siguen los cuidados y protocolos sugeridos por las autoridades sanitarias. El riesgo está aún lejos, muy lejos de conjurarse.
Así que es cuestión de seguir cuidándonos, que no es lo mismo a estar encuevados por cierto.
Ya lo sabe: lavado frecuente de manos, uso estricto de cubrebocas, no aglomeraciones, entre otras medidas. Solo así podremos paliar la situación hasta que las vacunas no esté cerca de nosotros. Gracias por el favor de su atención.
Sus comentarios a edgar.cazares.afmedios@gmail.com
