Por Edgar Cazares
*Sigo sin entender porqué todos los años, en los mismos sitios, bajo las mismas circunstancias, se registran inundaciones en los mismos sitios, en las mismas colonias, en los mismos cruces en todo el estado.
Aunque por ser mi lugar de residencia me referiré a mi querido Manzanillo –más insisto, esta misma situación la padecen prácticamente todas las urbes de la entidad-.
Ah, y eso sí, también luego de las afectaciones e incomodidades las autoridades en turno dan los mismos pretextos: es culpa de los que se fueron, esto se debe a que aquellos no hicieron lo que les corresponde, y así por lo siglos de los siglos.
Cierto, lo ideal es no exculpar a nadie sino más bien exigirle a todos la parte correspondiente.
Pero el caso de Manzanillo es más llamativo puesto que no son uno, ni dos, ni tres los tramos que suelen anegarse al menor asomo de lluvia sino varios y en casi todos estos las administraciones municipales presumen una y otra vez –casi hasta restregárnoslo en la cara- las acciones y millonarias inversiones para corregir la problemática.
Pero, perdón por ser repetitivo, no pasa ni un año cuando el agua de lluvia se acumula a tal grado en esos puntos ya de sobra conocidos por todos que la situación vuelve a registrarse.
Literal y figuradamente miles de pesos se van por la cloaca de un presupuesto público que por muchos es vista como un barril sin fondo. El puerto no es muy beneficiado por las lluvias en comparación con la parte norte del estado.
Aquí solo hay precipitaciones continuas y copiosas si hay fenómenos meteorológicos frente a nuestras costas. Por eso es más llamativo nuestro –mal- ejemplo. Ya lo vimos el miércoles de la presente semana, apenas la primer lluvia en forma del año y todo se puso de cabeza. Y eso que solo fue un breve chubasco. Qué hubiera pasado si la borrasca se prolonga un poco más.
Como siempre, luego de la tempestad vino la calma, las promesas, los pretextos y las acusaciones. En verdad el municipio deberá comprometerse en forma sincera a resolver el tema o hacerle como muchos que le precedieron, dejar que el problema sea resuelto por quienes los sucedan en el cargo.
Ojalá este año cuando menos puedan atenderse y dar la solución correspondiente en los casos de Las Joyas –zona centro-, Tapeixtles y Fondeport/zonas aledañas que son donde más caos se suele suscitar tras una lluvia fuerte.
APUNTES DESDE LA COSTA
*Deseo de todo corazón que el director de API Manzanillo, Héctor Mora Gómez, supere este difícil trance que le significa el padecer el Covid-19.
En lo personal he recibido un trato amable del funcionario en mención y me parece que tiene una experiencia acumulada importante que ayuda mucha al crecimiento de la dinámica portuaria. Mi saludo para él y mis oraciones para que logre una recuperación total.
*El mismo deseo va para casi el centenar de afectados por este padecimiento en Manzanillo –y para los de todo el estado-. Lamentablemente el municipio porteño sigue siendo el más afectado por la pandemia.
*Poco o nada que festejar para los representantes de la 4T en su segundo año de arribo al poder.
Yo no digo que los resultados sean pésimos pero en lugar de celebrar debieran exigirse más.
Porque el país puede dar más y seguramente los gobernantes surgidos de la ola AMLO también pueden hacer mucho más por un país que, independientemente de la adversidad inesperada que representa el coronavirus, tiene números rojos en varios sectores. Luego abundaremos más.
Sus comentarios por favor a edgar.cazares.afmedios@gmail.com
