Colima.- Desde 1572 se tienen antecedentes de la Feria de Todos los Santos de Colima y casi siempre, la máxima festividad ha coincidido con la cárcel, así lo menciona el cronista Noé Guerra Pimentel.

En entrevista para AFmedios, señaló que primeras referencias aparecen en un acta del cabildo de Colima fechada en 1572.

En la “Descripción de la Provincia de Colima” que en 1789 hizo Miguel José Pérez Ponce de León, el último alcalde mayor de la Villa de Colima, cuando alude las “fiestas públicas de toros” realizadas con el fervor que cada año, los primeros días de febrero, concitaba Felipe de Jesús el “Santo patrono y protector de los colimenses”.

Recordó que dicha celebración se realizaba en la Plaza real, frente a la Casa Consistorial, lo que hoy es Palacio de Gobierno y en cuyo interior, al suroeste estaba la cárcel desde donde “seguramente” los presos sufrían la tentación de escuchar la algarabía de fiesta sin siquiera poder ver.

“Luego de un buen tiempo sin menciones al festejo se documenta que a instancias de Leandro Bravo, el segundo representante federal por el Territorio de Colima fue en 1826, según el decreto publicado el 21 de abril, cuando el Congreso general autorizó una Feria para Colima sin pago de impuestos por un periodo de quince días y con carácter anual para diez años a realizarse del 5 al 20 de marzo”.

La Feria se suspendió por más de siete décadas hasta 1896 resurgiendo en otra época del año, en esta, la más propicia y que hasta en la fecha “reconocemos”, entre octubre noviembre, tiempo de cosecha, igual, realizándose en la misma plaza principal, lo que hoy es el jardín de La Libertad.

En 1911, el 11 de octubre, el cabildo de Colima, luego de 15 años de haberse celebrado en el mismo sitio, por razones de espacio y de orden acordó, “retirada la verja, los portones y demolido el muro perimetral”, su traslado al jardín “Gral. José Silverio Núñez”, y, “para no variar”, con la cárcel ubicada a desde 1877, enfrente, al lado este, donde ahora es la escuela primaria Tipo República Argentina.

Guerra Pimentel recordó que fue ahí, en 1913, cuando por primera vez se le aludió como “Feria de Todos Santos”, “retomando el latín Omniun Sactorum, manteniéndose con funciones intermitentes hasta pasada la cristiada 1926-1929”.

En su época moderna, contable desde 1934, periodo en el que le cambiaron la denominación en 1939, cuando el Gobierno estatal oficializó su obligatoriedad con el nombre de: «Feria Regional, Agrícola, Ganadera, Comercial e Industrial del Estado de Colima», mismo que la gente sintetizó en “Feria Regional” o “Feria de Colima”, como se identificó hasta 1958, periodo en el que se le agregó “Cultural”.

El historiar recordó que fue en 1934 cuando surgió la práctica de que el festejo tuviera reina como embajadora de la simpatía y la belleza colimense, con la cuenta de las funciones, sumatoria oficial que, por absurdo que parezca, omite las fechas en las que por razones extraordinarias se suspendió el anual festejo.

“Así tenemos que no se le suman cuatro años, 1941 por el sismo del 12 de abril, las de 1947 y 48 por la fiebre aftosa y la de 1959 por el Ciclón “Linda” del 27 de octubre de ese año”.

Señaló que en 1958, la Feria ya se había estrenado en terrenos de la entonces Unidad Deportiva «Ignacio Zaragoza», sobre la calzada Pedro A. Galván, actuales edificios de la Secretaria de Cultura y de los poderes Legislativo y de Justicia.

“Al noreste de esas instalaciones ya funcionaba la “Penal” o cárcel estatal, donde desde 1984 y hasta el 12 de septiembre del 2014 fue la sede del DIF estatal”.

Mencionó que en 1978, se tomó la decisión de construir instalaciones definitivas a la “Feria Regional de Colima”, en terrenos de la población de la Estancia, a 8 kilómetros del centro de la capital de Colima, “tiempo en el que el predio donde, para no variar, también se encuentra la cárcel, las instalaciones del Centro de Readaptación Social, lejano aquel entonces, ya fue alcanzado por la mancha urbana”.

Apuntó que en 1981 se decretó ampliar su duración de 10 a 16 días, periodo en el que de indistintamente se llamó Feria de Colima o Feco.

Por decreto publicado el 2 de mayo de 1992 se creó el Iffecol, como organismo público, descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propios para planificar, organizar, ejecutar y evaluar las actividades de la Feria y de las otras que se realizan en el Estado.

El 13 de junio de 1998 su antigua denominación fue retomada (“Feria de Todos Santos”), no obstante el 8 de febrero del 2007 se le modificó quedando como “Feria de Todos Los Santos”.

“Cambios de lugares y nombres los que, desde el origen, los presos han tenido que sobrellevar con sus penas el solo oír la fiesta que tras muros cada año viven los colimenses”.

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Foto principal de Noé Guerra Pimentel.