En la edad temprana destaca la anorexia del lactante Desde la adolescencia, los trastornos alimentarios

Es importante conocer la conducta alimentaria y los trastornos de la conducta alimentaria bajo una visión de desarrollo que parta del lactante, incluya al niño y llegue al adolescente, toda vez que en la edad temprana (0 a 3 años) destaca la anorexia del lactante, después los problemas para comer y alimentar al niño y finalmente, los trastornos de la alimentación del adolescente, establecen especialistas mexicanos, entre ellos el secretario de Salud del Gobierno del Estado, Agustín Lara Esqueda.

En artículo denominado “Conducta alimentaria y sus trastornos en el niño; política de salud en México”, publicado en la Revista de Gastroenterología de México (www.elsevier.es), el funcionario estatal junto con el secretario de Salud federal, José Ángel Córdova Villalobos, y J. Armando Barriguete Meléndez, del Consejo Nacional para el Control y Prevención de las Enfermedades Crónicas y del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, señalan que en la medida que se haga conciencia de la existencia de estos problemas y haya un mejor entendimiento de éstos a través del estudio de los manuales diagnósticos, se podrá buscar el equilibrio de esta inestable moneda de la alimentación alterada.

Señalan que cuando el registro de los afectos no funciona adecuadamente o se encuentra sobrecargado en las etapas tempranas del desarrollo del ser humano, el registro del hambre y la saciedad tampoco funciona de forma espontánea, como biológicamente se espera y llega a convertirse con el tiempo en una alteración que incluso llega a constituir un trastorno de la conducta alimentaria.

El secretario de Salud de Colima indica junto con los otros autores del texto, Loreto Aldunate, Ana Navarro y Gabriel Manuell Lee, de la Secretaría de Salud federal, que a partir del 2006 la conducta alimentaria se integró como un tema de investigación en las encuestas nacionales, lo que ha permitido acceder a las entrañas del sobrepeso, de la enfermedad mental y de la adherencia al tratamiento, de tal forma que se ha generado conocimiento sobre la población mexicana en este rubro, lo que ha favorecido el entendimiento integral y multidisciplinario de este complejo problema.

Incluso, los trastornos de la conducta alimentaria se incluyen por primera vez en el estudio y manejo de las enfermedades crónicas y al sobrepeso y la obesidad en la política de salud nacional, esfuerzo que ha repercutido positivamente para la reciente instauración del Consejo Nacional para el Control y la Prevención de las Enfermedades Crónicas.

 

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