Elon Musk, el fundador de innovadoras empresas como SpaceX, Tesla y Boring Co., ha anunciado que está enviando un grupo de sus mejores ingenieros a Tailandia con el fin de ayudar en las misiones de rescate de los niños atrapados en la cueva Tham Luang.
Musk, fundador de Boring Company (una empresa que se dedica a hacer túneles), tuiteó el jueves por la tarde: «Los ingenieros de SpaceX & Boring Co se están dirigiendo a Tailandia mañana para ver si podemos ayudar al gobierno. Probablemente haya muchas complejidades que son difíciles de apreciar sin estar allí en persona».
Por su parte, el gobierno tailandés confirmó que los ingenieros de Musk llegarán el sábado 7 de julio. «Elon Musk enviará a su equipo a Tailandia mañana (7 de julio) para ayudar en el rescate (de los chicos atrapados) en cuevas. Puede proporcionar servicios para el seguimiento de la ubicación, el bombeo de agua o la energía para las baterías», se lee en el comunicado publicado en su página de Facebook.
Unas horas antes, Musk ya había considerado que su compañía podría ayudar en los esfuerzos de rescate con su «radar avanzado de penetración en el terreno» y con los «Powerpacks y bombas completamente cargados» de la compañía.
Además, de acuerdo a los tuits de James Yembamroong, un empresario satelital tailandes, Musk ya había estado realizando esfuerzos para contactar al gobierno thai. “El equipo de SpaceX se acercó a nosotros hoy para ayudar a conectarse con el gobierno tailandés”, dijo el emprendedor. “Nuestro equipo se conectó y proporcionó algunos comentarios preparatorios a su equipo”, añadió.
Esfuerzos para evitar una tragedia más grande
El ofrecimiento de Musk se suma a los esfuerzos para rescatar al equipo de futbol de 12 chicos que quedó atrapado en una cueva luego que las lluvias estacionales inundaran la entrada y parte del extenso complejo de cámaras. De acuerdo a los medios locales, por ahora los chicos se encuentran bien, pero para poder salir tendrán que enfrentar una serie de complejos problemas que ya han causado su primera víctima.
La noche de ayer se supo que Saman Gunan, uno de los rescatistas, había fallecido cuando intentaba colocar tanques de oxígeno en la larga cueva de casi 4 kilómetros. El exmarino, lamentablemente, se quedó sin oxígeno y no logró salir a tiempo.
Esta fatalidad ilustra lo peligroso que será el rescate, el cual se enfrenta a tres desafíos: la extensión de la cueva, los chicos no saben nadar y tendrán que aprender rápidamente, y la temporada de lluvias (la cual podría hacer inaccesible la cueva) está pronosticada que comience con fuerza mañana sábado 7 de julio.
Victor Román
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
