El primer ministro japonés, Yukio Hatoyama, comunicó este martes a los miembros de su partido su decisión de dimitir.
La renuncia de Hatoyama, quien llegó al poder tan sólo hace ocho meses, se produce después de que el mandatario fuera objeto de fuertes críticas por su decisión de mantener una polémica base militar estadounidense en la isla de Okinawa, en el sur del país.
Según informó el corresponsal de la BBC en Tokio, Roland Buerk, el primer ministro japonés había prometido en agosto de 2009, durante la campaña electoral, que sacaría la base de Futenma de Okinawa o, inclusive, del país.
Pero hace unos días Hatoyama aseguró que trasladar la instalación militar resultaba «imposible» y anunció que, como estipula un acuerdo firmado en 2006 con Estados Unidos, la base sería llevada a un distrito costero.
Esta decisión provocó, durante el fin de semana, la salida de un partido minoritario de izquierda la coalición gubernamental.
Según los analistas, con su renuncia Hatoyama ha cedido a las presiones de su Partido Democrático de Japón (PDJ), agrupación a la que le preocupaba el descenso en la popularidad de su líder antes de las elecciones para la cámara alta, que se celebrarán a mediados de julio.
