En entrevista con CNNMéxico, el arzobispo de la arquidiócesis de Tlalnepantla espera que para los miles de mexicanos que han sido víctimas de la violencia o que tienen familiares y amigos que han sufrido las consecuencias de la inseguridad en el país, la presencia del pontífice pueda ayudar a “sanar sus heridas”.
“En esta situación que lamentablemente atravesamos de gran inseguridad, violencia y aparentemente no ver una salida rápida a estas situaciones, yo creo que la presencia del Santo Padre va a venir a dar un consuelo que sólo a través de la fe se puede dar cuando no hay soluciones claras, políticas o de gobierno”, señaló.
El también presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), recordó que «la población se volcó» para ir a ver las reliquias del papa Juan Pablo II cuando éstas recorrieron diferentes entidades de México en el 2011, incluso en los sitios con los mayores índices de violencia como Ciudad Juárez, en Chihuahua.
“Dolores morales, solamente desde una relación con Dios al menos se pueden superar. En ese sentido creo que ése es otro ámbito muy significativo de la visita del Santo Padre”, agregó.
Tan solo en la Ciudad de México, las reliquias fueron visitadas por 150,000 personas, según la Basílica de Guadalupe, donde fueron exhibidas.
A principios de este año, la Procuraduría General de la República informó que en los primeros nueve meses del 2011 hubo 12,903 fallecimientos vinculados con hechos criminales. Esto suma un total de 47,515 muertes desde diciembre del 2006 y hasta septiembre del año pasado.
El pasado 22 de enero, el arzobispo de León, Guanajuato –una de las ciudades que visitará Benedicto XVI– pidió a «los que hacen mal» que colaboren para que haya paz en esa ciudad durante la visita del sumo pontífice.
Casi un mes después, José Guadalupe Martín Rábago, arzobispo de León, precisó que de los criminales no se espera una tregua, sino que se arrepientan de sus actos y no sigan agraviando.
Esta es la primera vez en 10 años que el jefe de la iglesia católica visita el país, tras el último viaje de Juan Pablo II, quien vino a México en julio del 2002 para canonizar a San Juan Diego.
En siete años de mandato, Benedicto XVI nunca había visitado México, y de América Latina únicamente viajó a Brasil.
Aguiar Retes explicó que a diferencia del papa Juan Pablo II, que inició su pontificado a los 58 años, Benedicto XVI comenzó a los 78 años, lo que le ha impedido viajar tanto como lo hizo su antecesor.
Cuenta que cuando asumió el cargo en el 2005, anunció que sólo viajaría a un país de cada continente. Benedicto XVI viajó a Brasil en el 2007.
Pese a estas restricciones, según el presidente de la CEM, el Papa decidió realizar el viaje al estado de Guanajuato, en el centro del país por la importancia de México para la Iglesia católica.
“(El Papa) expresó la necesidad de venir a América Latina de habla castellana y por eso escogió a México, el país con mayor número de católicos de habla castellana en el continente. Él dijo que ciertamente tenía muy claro que tenía que visitar México, entonces es un deseo de él, lo cual también es muy significativo”, explicó el religioso mexicano.
Según cifras oficiales, en México hay poco más de 93 millones de católicos.
El papa Benedicto XVI estará en México del 23 al 26 de marzo de este año. Tanto autoridades del Vaticano como de la Iglesia católica mexicana han explicado que por motivos del salud, durante su visita el pontífice permanecerá en territorio guanajuantense.
Aguiar Retes señaló que la visita del sumo pontífice se realizara también en medio de un proceso de revitalización de la iglesia católica en México, pese a que el número de feligreses ha registrado una caída en la última década.
El último censo realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) mostró que del 88% de católicos que había en México, en el 2010 la proporción bajó al 84%.
“Evidentemente no se puede negar el hecho de la presencia de otras agrupaciones religiosas que se han venido dando y en algunos casos, no en todos, pero en algunos casos con un incremento notable. Pero no, yo estoy convencido de que el Papa viene a una iglesia que sabe que se ha estado revitalizando”, dijo.
Los preparativos
Hasta ahora las autoridades de la iglesia católica mexicana desconocen la cifra exacta de cuánto costará la visita del papa Benedicto XVI a México, según el presidente de la CEM.
La visita se financiará a través del apoyo de diferentes sectores. Además de las colectas que se han llevado a cabo en las diócesis de todo el país, se han recibido donativos en efectivo o en especie por parte de algunos empresarios, explicó.
A excepción de la seguridad y las instalaciones donde se oficiarán las misas, que estarán a cargo del gobierno federal y del estatal respectivamente, la visita dependerá también de voluntarios que trabajarán en la organización de los eventos y al orientar a los feligreses que acudan a las ciudades de Silao y León, en Guanajuato.
La iglesia católica mexicana invitó a los 160 obispos de México a los eventos que se realizarán con motivo de la visita del sumo pontífice, así como a los presidentes de las conferencias episcopales de América Latina y América del Norte, detalló.
Con información de CNN
