«Mubarak llegó a la prisión de Tura en helicóptero y será admitido a un hospital en la prisión», dijo Adel Saeed, vocero del fiscal.
Mubarak fue sentenciado a prisión de por vida este sábado por su papel en la matanza de manifestantes durante las protestas del año pasado en su contra. Al menos 840 personas murieron y más de 6,000 resultaron heridas en el levantamiento de 18 días, de acuerdo con Amnistía Internacional.
Su sentencia generó enojo entre manifestantes, familiares de las víctimas y oponentes, quienes irrumpieron el procedimiento dentro de la corte. Algunos se pararon en sillas, levantaron sus puños y gritaron que la sentencia era insuficiente.
Mientras la policía trataba de contener las protestas dentro del tribunal, afuera hubo enfrentamientos entre simpatizantes, opositores y fuerzas de seguridad.
«La gente quiere la ejecución de Mubarak», gritaban algunos. Otros decía: «ilegítimo, ilegítimo veredicto».
La sentencia dictada por el juez Ahmed Refaat fue el capítulo final de las tres décadas de Mubarak al frente de su país. Su gobierno terminó en febrero del 2011.
Al emitir el veredicto ante un tribunal lleno, el juez elogió a la revolución y dijo que ofrecía alivio a la gente después de vivir «30 años de oscuridad, sin esperanza alguna».
El magistrado encontró a Mubarak culpable por las matanzas, pero lo deslindó de corrupción y malversación de fondos.
También condenó al exministro del Interior, Habib El Adly, por ordenar a las fuerzas de seguridad matar a manifestantes y lo condenó a cadena perpetua.
El caos en la corte estalló luego de que el juez deslindó a seis de los asesores de Mubarak, principalmente funcionarios de seguridad, en conexión con la matanza de manifestantes. Las autoridades sacaron a Mubarak y al juez del tribunal.
También se quitaron los cargos de corrupción y uso del poder político a los hijos del líder, Gamal y Alaa.
«Los veredictos son insultos al pueblo y a su sistema judicial. Es un festival de veredictos de inocencia a ayudantes de El Adly que mataron y torturaron a ciudadanos libres durante años», dijo Rami Shath, un miembro de la Alianza de la Revolución de Egipto.
El proceso contra Mubarak ha sido un espectáculo que pocos egipcios creían que verían.
Estuvo marcado por el caos dentro y fuera del tribunal resguardado, con confrontaciones entre los fiscales y los abogados defensores.
El veredicto precede al vencimiento de una ley de emergencia que culminó con el amplio poder que tuvo la policía durante 31 años. Además, se da antes de una polarizada segunda vuelta de la elección presidencial, que se llevará a cabo en junio, en la cual se enfrentarán Mohamed Morsi, de la Hermandad Musulmana, y Ahmed Shafiq, ex funcionario del régimen de Mubarak.