El barco más pequeño del mundo, creado con una impresora 3D

La tecnología 3D es una de las que más se ha desarrollado en los últimos tiempos. Las impresoras 3D están siendo utilizadas en todas las industrias, pues son capaces de reproducir tridimensionalmente cualquier objeto. “La impresión 3D está presente en la industria de la construcción, en la ingeniería de diseño, en la industria alimentaria, entre otras. Se estima que a finales de 2020 el mercado de la impresión 3D alcanzará los 16.000 millones de dólares”, sostiene la responsable de Tecnología de Reviewbox, Perla Lázaro.

Por supuesto, aún no se ha visto todo el potencial de la impresión 3D. Uno de los últimos descubrimientos lo han hecho científicas de la Universidad de Leiden (Holanda) Raquel Doherty y Daniela Kraft, quienes han logrado imprimir el barco más pequeño del mundo con el uso de esta tecnología.

El barco mide apenas 30 micrómetros, lo cual es equivalente al tercio del grosor de un cabello. Esto ha sido posible gracias a una potente impresora 3D empleada para dicho experimento. Las imágenes del diminuto barco han sido tomadas con un microscopio electrónico, el cual ha captado la creación de las dos físicas.

Las científicas de la Universidad de Leiden están investigando los micro nadadores, que son pequeñas partículas que se mueven en fluidos, principalmente en el agua, y que solo pueden visualizarse por medio de un microscopio.

Según precisaron las investigadoras, el objetivo del estudio es comprender cómo se desarrollan bacterias, por citar un ejemplo, y saber cómo se comportan. Estos avances resultan muy útiles en distintos campos como la medicina, los microfluidos o la minería. 

Gran parte del trabajo está centrado en partículas en forma de esfera, pero el desarrollo de las impresoras 3D constituye un gran aporte. Los avances científicos han desarrollado pequeños objetos que pueden aplicarse a distintas ramas de la ciencia. Por ejemplo, en medicina puede usarse una medicación específica en los pacientes.

De acuerdo con las autoras del estudio, el experimento sirve también para calibrar de forma segura la impresora 3D. Al tratarse de un artefacto tan diminuto y que podemos imprimir en cuestión de segundos, los usuarios podrán saber si su impresora 3D está correctamente regulada.

El pequeño barco, que ha recibido el nombre de 3DBenchy, es un diseño 3D estándar para calibrar las impresoras 3D, han señalado las científicas en un artículo publicado en Soft Matter. El pequeño barco no tiene hélice, pero puede arrastrarse por el agua mediante un impulso externo, por lo cual la creación a través de la impresora 3D ha sido considerada un éxito, tanto para los avances científicos como tecnológicos.

El equipo de investigadoras coinciden en que se pueden crear casas diminutas en las que ni siquiera podría vivir un ácaro, así como cartas tan insignificantes que el remitente tendría que utilizar un microscopio electrónico para acceder a su contenido.