Dirigirá John Feeley el cambio en la embajada de EU

John Feeley, ministro consejero de la embajada de Estados Unidos en México, deberá conducir la transición que prepare la llegada del nuevo embajador, después de la renuncia de Carlos Pascual el sábado pasado, quien había ocupado el cargo desde octubre de 2009.

El gobierno estadounidense sostiene que la renuncia de Pascual se dio por “una decisión personal para asegurar las fuertes relaciones entre ambos países”. Washington pidió a Pascual seguir al frente de la sede diplomática durante un plazo no determinado y, cuando deje territorio mexicano, nombrará a Feeley encargado de negocios, es decir, responsable de la misión, de acuerdo con un comunicado de la embajada citado por la emisora Radiofórmula.

A principios de mes, el presidente de México, Felipe Calderón, declaró que había perdido la confianza en Pascual por los señalamientos que, según WikiLeaks, el embajador hizo sobre la lucha anticrimen en territorio mexicano. Los cables filtrados por el sitio indican que Pascual dijo que el Ejército mexicano era “lento” y tenía “aversión al riesgo” en el combate a la delincuencia.

Feeley, un diplomático con más de 20 años de experiencia, llegó a la embajada en México en julio de 2009, cuando asumió el cargo de ministro consejero y preparó la llegada de Pascual, de acuerdo con una semblanza publicada en la página electrónica de la sede diplomática.

Antonio Garza, ex embajador estadounidense en México —predecesor de Pascual—, considera que Feeley es un funcionario “talentoso” e “informado”.

“He conocido a John por años y él está entre las personas más talentosas e informadas en el Departamento de Estado”, dijo Garza el domingo al diario estadounidense The Texas Tribune. “Podría tomar el trabajo de embajador mañana y la relación Estados Unidos-México estaría bien atendida”.

Feeley ha sido un observador crítico de la política, la seguridad y la economía mexicanas durante los casi dos años que ha permanecido en el país, según WikiLeaks. Las filtraciones del sitio muestran que Feeley es autor de al menos 10 de los cables diplomáticos que han causado molestia en el gobierno mexicano.

Uno de esos despachos señala que el gobierno de Calderón pactó con los partidos de oposición ocultar las cifras sobre pobreza. Otro menciona que la frontera sur de México es “porosa” y por ella se trafican armas hacia Centroamérica. Uno más afirma que el Ejército y la Marina “comparten los hábitos parroquiales y de aversión al riesgo que frecuentemente plagan a sus homólogos civiles en las agencias de seguridad mexicanas”.

En 1990 ingresó al Departamento de Estado, dependencia encargada de la política exterior de Estados Unidos. Desde entonces ha formado parte de varias oficinas, como el Centro de Operaciones de 24 horas, y ha participado en delegaciones diplomáticas en Santo Domingo, capital de República Dominicana, y Bogotá, capital de Colombia.

Entre sus responsabilidades ha estado “manejar el flujo de información a los secretarios (Colin) Powell y (Condoleezza) Rice, así como coordinar sus viajes”, de acuerdo con la semblanza publicada por la embajada. Antes de unirse a la diplomacia estadounidense, fue piloto de helicóptero en la marina y se graduó de la Escuela de Servicio Exterior de la Universidad Georgetown.

Internacionalistas consultados estimaron que la salida de Pascual y la transición en la embajada estadounidense abren un periodo de incertidumbre en la relación bilateral. El Departamento de Estado advirtió esta semana que, pese a las tensiones generadas por las filtraciones de WikiLeaks, seguirá pidiendo a sus embajadas “evaluaciones francas” sobre los países en los que se encuentra.

Con información de CNN.

 

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