Deslucido empate

En un partido para el olvido las Chivas inauguraron su camino en la Copa Libertadores de este año con un deslucido empate de 1-1 con el Deportivo de Quito.

La afición chiva parecío haber vaticinado lo que pasaría en la cancha, por lo que no se retrató en la tribuna como ya se está haciendo una mala costumbre en el Omnilife.

Los dirigidos por Ignacio Ambriz ofrecieron poco en 90 minutos, apenas un par de centros y de tibias insinuaciones sobre el arco del visitante. Carlos Fierro fue de los más participativos pero lució muy sólo en el eje del ataque. El Venado Medina, que ingresó en la segunda mitad, intentó conducir el ferrari de Jorge Vergara, sin embargo nunca encontró la caja de velocidades

Por su parte, los dirigidos por Carlos Ischia buscaron en todo momento controlar el partido y conservar su ventaja, por lo que pagaron caro al final del partido.

Omar Arellano trató de convertirse en el armador del equipo pero fue más su impotencia que su lucidez en el pasto sintético del Omnilife, al final sus insistencia serpia recompensada en el minuto 92′ cuando el portero del Deportivo se pasó en un centro y aprovechó para mandar a guardar el esférico sentenciando el empate.

«Afortunadamente pudimos empatar y nunca bajé los brazos. Los resultados dan seguridad y confianza y hoy a base de coraje recuperamos un poco de confianza . Nos vamos satisfechos con el resultado «, aseguró el jugador, quien anotó el gol número 80 del rebaño en la Copa Libertadores. {jathumbnail off}

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