De las cuestionables elecciones internas de Morena

De las cuestionables elecciones internas de Morena
Por: Carlos RAMIRO VARGAS

Como ya sabemos, durante el 30 y 31 de julio del año que vuela, 2022, se efectuaron elecciones al interior de Morena partido, en 300 asambleas distritales hechas en todo el país con el fin de determinar quienes serán los próximos 120 mil coordinadores distritales del partido, que a su vez elegirán a los consejeros estatales y nacionales rumbo a la Asamblea Nacional partidaria, en la que se elegirán a su vez, en este mes de agosto, a los futuros consejeros, secretario y presidente nacionales de este partido.

Durante esta elección  fueron seleccionados por supuesto voto secreto y directo, en cada asamblea distrital, cinco hombres y cinco mujeres que ocuparán los cargos de Coordinadores Distritales, Consejeros Estatales, Congresistas Estatales y los correspondientes a nivel nacional.

Y si bien estás elecciones no resultaron tan barbáricas como las del 2019, preñadas de un alto grado de violencia y chanchullos en un alto porcentaje de los centros de votación, en toda la nación, las cuales tuvieron que ser anuladas como aconteció en el estado de Colima;  en esta ocasión, Mario Delgado Carrillo reconoce problemas en nada más cinco asambleas distritales de las 300 llevadas a cabo a lo largo y ancho de México, así como en 15 centros de votación.

Para presumir que en este ejercicio dizque democrático, se involucraron tres millones de personas. Mientras todo el padrón de militantes del PAN, no supera a los 250 militantes.

Por lo cual, tanto Delgado Carrillo como el mismo presidente AMLO, avalan dicho proceso considerando irregularidades mínimas, todos los eventos de acarreo, la inducción del voto a los electores, o el involucramiento de los gobernadores y alcaldes morenistas, presionando a los morenistas de base para que votaran por los preferidos de la alta burocracia gubernamental, en prácticamente toda la nación.

En un proceso por lo demás, contaminado por la carrera presidencial adelantada, y por el futurismo de los gobernadores morenistas tratando de proyectar a sus propios favoritos.

Para el caso de Colima, se impuso la estructura del gobierno estatal, con la complicidad total de los alcaldes morenistas y la misma Indira Vizcaíno, gobernadora,  exceptuando a Griselda Martínez, primera edil de Manzanillo, por sobre las bases del partido reducidas a un hato de ovejas, presionados para votar por quienes les señalaban las autoridades, sin que en ningún momento haya habido debates entre los aspirantes a consejeros distritales, ni presentación ni cotejo de propuestas de candidatos a las presidencias de morena estatales, reduciendo a Morena partido a ser una vil correa de transmisión de lo ya decidido de antemano, por los gobernadores morenistas, en cuestión.

De esa vergonzante magnitud es la supuesta democracia partidaria existente en un partido que se reclama de izquierda, pero que en los hechos muestra cada vez más su talante autoritario y cuasi dictatorial, por no decir totalitario, donde las bases del partido no son más que el tapete de los mandamases del partido en cada región, y de la suprema voluntad del Tlatoani presidencial, López Obrador.

Para el caso de Colima, las denuncias más fuertes y contundentes, acerca del acarreo masivo de votantes, en todo el estado, coacción e  inducción del voto e involucramiento de los gobernantes morenistas, así como de los diputados indiristas y del mismo gabinete gubernamental, en este proceso, fueron presentadas por la Senadora morenista, Griselda Valencia de la Mora, quien con múltiples fotografías, registros y videos de las trampas propiciadas por el gobierno estatal, muestran como ejemplo contundente, al presidente municipal de Tecomán y a su primer círculo, casi votando por cada dizque militante morenista partícipe, en esta nada ejemplar elección.

De las agresiones y ofensas suscitadas contra la Senadora, provenientes de altos funcionarios morenistas y sus periodistas paleros, como un tal Roberto George, también quedan registros.

A todo esto, basta ver los nombres de los que ganaron los principales cargos de Morena partido, que en Colima es un partido muerto, donde las bases no cuentan ni opinan para nada, desde que el General Gallardo se retiró de Morena, para darnos cuenta de la magnitud de la hipocresía de las autoridades morenistas.

Y de la falsedad de una democracia partidaria, hueca y podrida por dentro.

Ni un solo líder social, ni un solo activista social, ni un solo intelectual o talento colimense de izquierda, nadie de los verdaderos fundadores de Morena, pues los vencedores de estas elecciones partidarias en la selección de coordinadores distritales, consejeros estatales y delegados al consejo nacional, resultaron ser puros incondicionales de Indira Vizcaíno, gobernadora, todos enemigos de que se aplique la ley de Revocación de Mandato en este sexenio nefasto, como son, el propio padre de Indira, Arnoldo Vizcaíno, la secretaria de economía pero psicóloga de profesión, Rosi Bayardo, la secretaria de Bienestar, Dulce Huerta, el narco/regidor morenista de Villa de Álvarez, Guillermo Toscano, cinco diputados locales indiristas, como Julio Cano, y por supuesto, Julio León Trujillo, quien quedó como presidente estatal moreno, pero quien hasta junio 2022, se desempeñaba como coordinador de los programas federales aplicados en Colima.

En otras palabras, con esta elección se da la puñalada final a un proyecto, el originario, de un partido Morena de izquierda social, autónomo de los poderes gubernamentales, combativo contra los enemigos identificados del pueblo, y auténticamente democrático.

Para convertirse en un partido igual al PRI, donde las decisiones son tomadas por los gobernadores o sus operadores, en función de los intereses y corruptelas de éstos, y desprendidos totalmente de la lucha social o la movilización popular, contra las injusticias de toda laya que día con día, los ciudadanos de a pie, padecemos en este malogrado país.

Carlos Ramiro Vargas. Todos los Derechos Reservados.

Stockholm, Sweden, a 17 de agosto, 2022.