Un peritaje independiente sobre la estampida en la que murieron 21 personas y más de 500 resultaron heridas el pasado 24 de julio durante el festival de música electrónica Loveparade en Alemania, marca un nuevo capítulo en la investigación de lo ocurrido. El peritaje exculpó a la policía de la ciudad de Duisburg de cualquier responsabilidad en el incidente y señaló como los responsables a los organizadores del evento.
El peritaje concluyó que la policía solo jugó un papel secundario en la seguridad de la mayor fiesta de música electrónica del mundo, ahora suspendida de forma permanente. La investigación fue solicitada por Ministerio del Interior de Renania del Norte-Westfalia a la firma Thomas Mayen y Franz Hölscher de la ciudad de Bonn.
El peritaje concluye que la responsabilidad de la seguridad en el evento recaía en los organizadores, la firma Lopavent, de Rainer Schaller.
El Ayuntamiento de Duisburgo comparte la responsabilidad. El documento asegura que debía «comprobar si el plan de seguridad presentado por los organizadores era apto o no».
La policía, las autoridades políticas y los organizadores del festival se han lanzado acusaciones mutuas sobre la responsabilidad del incidente.
La semana pasada, el organizador del festival, Rainer Schaller, subió a su página de Internet un video de 22 horas sobre la catástrofe. Con él intentaba demostrar que el desastre fue provocado por la policía al formar cadenas de agentes que controlaban y dirigían la afluencia del público a un megaconcierto.
El incidente ocurrió cuando miles de personas se congregaron en un estrecho túnel para ingresar a un concierto en el que ya no había espacio. El Loveparade se celebraba desde 1989.
