CONVICCIÓN

¿QUÉ VIENE?
Por: Sean Osmin HAMUD RUIZ 

Estos días pasados han surgido eventos que marcan, tanto a la opinión pública, como a la agenda de temas relevantes.

Voy a tomar los tres que creo, por su impacto y consecuencias, medir sus efectos hacia adelante, no solo es un ejercicio necesario, sino, reflexionar sobre ellos, también habla de rasgos de carácter que definen personalidades y alcances intelectuales.

La campaña de vacunación contra el COVID19, la fallida candidatura de Félix Salgado Macedonio a la gubernatura del estado de Guerrero y la aprobación en la cámara baja de la iniciativa de ley preferente que el presidente AMLO envió para cambiar las condiciones de la industria eléctrica en el país.

¿Se podrá sostener el entusiasmo y la esperanza en los adultos mayores y sus familiares con este ritmo de aplicación de vacunas? Ya las fechas para completar este núcleo de población y el resto de los mexicanos se pierden en el horizonte.

¿Tanto valía la pena la rentabilidad política o encabezar un gobierno estatal para considerarlo suficiente e ignorar los antecedentes y denuncias que acumula Salgado Macedonio? Finalmente no se soportó la presión social, pero el “ya chole” va a resonar en los oídos de muchas. De muchos.

¿Ignorar nuevamente a la planta productiva, a los especialistas nacionales e internacionales, a los compromisos medioambientales suscritos en tratados y acuerdos internacionales, es insuficiente para que la sola voz del mesías sea lo único a tomar en cuenta para afectar todo ello? No sorprende la postura presidencial, sigue doliendo el entreguismo parlamentario, pero acostumbrarse a estas situaciones, no resulta nada sencillo.

Repasando lo anterior, quisiera haber escuchado de las precandidatas y precandidatos, todos tan entusiasmados por gobernar nuestro querido estado, tan comprometidos con escuchar a la ciudadanía y sus intereses, tan visionarios; una opinión firme, contundente, oportuna, acerca de estas puntualizaciones.

Entiendo que hay muchos, muchas, que en su plena identificación con el movimiento trastocador que ha emprendido el presidente, no solo deben cuidar el fondo y la forma, además, no se puede tocar ni con el pétalo de una flor las ideas manadas del líder.

¿Pero qué pasó con aquellos que ofrecen una oposición, un cambio, una corrección del rumbo? Considero, nos quedaron a deber.

No se trata de ser beligerante o contra por sistema, pero no es tiempo de tibiezas si la intención es marcar diferencia. A menos que, lo que menos les interese a estos personajes es que no tengamos clara su forma de pensar, que no les interese revelar en temas sensibles su CONVICCIÓN.