Su índice de masa corporal, una de las medidas para saber si alguien está pasado de kilos, indica sobrepeso. Entre los clubes rivales ha sido siempre objeto de burla y tanto los hinchas rivales como los fanáticos de su equipo le gritan «Mister Pizza». Sin embargo, Jeroen Verhoeven niega los cargos.
“Si comiera papas fritas y bebiera cerveza sería imposible haber llegado a donde estoy. Entreno siete veces a la semana con el grupo y aparte realizo varias sesiones individuales”, señaló.
Lo cierto es que en el único partido oficial que ha afrontado desde que llegó al Ajax el 2009 no le ha faltado agilidad: el 24 de octubre su equipo enfrentó al Excelsior e iba ganando 2-1 cuando el también golero de la selección holandesa, Maarten Stekelenburg, se lesionó. Verhoeven ingresó por él y acabó haciendo tres salvadas cruciales en los últimos minutos, en los que su equipo —de paso— logró el empate.