Comercio electrónico

Por Héctor Romero Fierro

La pandemia trae un cambio en todas nuestras actividades, destacando la utilización del comercio electrónico gracias al acelerado y sostenible crecimiento del uso de computadores, tabletas y teléfonos celulares en la categoría de smartphones con acceso a la internet, masivamente utilizados para transacciones de todo tipo de bienes a través de plataformas digitales de comercio electrónico (eCommerce) y del comercio electrónico móvil (mCommerce).

En nuestro país esta industria ha alcanzado un valor superior a $492.5 mil millones de pesos al cierre de 2019, con un crecimiento anualizado del 16.9%. Después de la pandemia estos indicadores crecerán exponencialmente calculando que a marzo de 2020 existieran en México un total de usuarios del comercio electrónico de 62.4 millones.

Hace solo unos años la transacción mas común era la compra de boletos para viajar, actualmente los principales servicios y bienes adquiridos por e-commerce son ropa/accesorios (32.8%) y pagos a suscripciones (25.5%) por servicios como Netflix y Spotify, mientras que la compra de boletos pasó a tercer lugar (21.3%) en la segmentación de bienes y servicios adquiridos por internet. Durante la pandemia se disparó la compra de víveres, comida preparada y medicinas, disminuyendo casi a cero el uso de plataformas de viajes como Airbnb o el uso de plataformas de transporte como Uber, Didi, etc.

Una de las grandes limitaciones de crecimiento que tenía esta industria en nuestro país era el limitado número de usuarios de tarjetas de crédito, afortunadamente los proveedores de bienes y servicios han suplido esto con diversos esquemas de pago, inclusive los no bancarizados tales como PayPal, tarjetas de prepago, pago al recibir, depósitos en tiendas de conveniencia o en sucursales bancarias.

La compra en supermercados representaba solo el 7.6% de la operaciones electrónicas y al inicio de la pandemia ya llegaba al 13.9%, con el crecimiento notable desde la implementación de la fase III del control sanitario. Otro de los segmentos de mercado que han crecido gracias al virus, es el de las aplicaciones de “delivery” o entrega de comida a domicilio, como son UberEats, Rappi, SinDelantal, etc. las cuales ejercen una actividad económica fundamental ya que permiten, a pesar de la cuarentena, la operaciones de los restaurantes, bajo adecuadas condiciones de higiene, evitando en parte la quiebra de pequeños restaurantes. Este segmento creció del 4.8% registrado en 2019 al 11.4% del total del mercado al inicio de la pandemia.

En el caso de “pago de servicios” su utilización crece de 10.3% del volumen total a mas del 16.2% al inicio de la pandemia al evitarse con su uso las interminables colas y reducir el riesgo de contagio.

El mercado audiovisual digital se convierte en el mercado mayormente beneficiado por el coronavirus, convirtiéndose en casi la única vía de acceso veraz a contenidos de entretenimiento, informativos, culturales, y educativos. Estas plataformas contribuían con el 22.1% de todas las transacciones durante el año 2019 con un incremento en este de 2.3% ubicándose en un 23.4% del total de mercado electrónico, cifra atractiva para cobrarle impuestos.

A pesar de que el Presidente Manuel Andrés López Obrador (MALO), había prometido que durante su gestión no se implementarían impuestos nuevos, los usuarios de plataformas electrónicas se enteran que a partir del mes de junio tendrán que pagar el Impuesto al Valor Agregado de varias de sus transacciones electrónicas, lo anterior, ya que por iniciativa del Presidente y con el apoyo de las bancadas de Morena en el Poder Legislativo, se incorporÓ a la Ley de ese tributo, un capítulo denominado “De la prestación de servicios digitales por residentes en el extranjero sin establecimiento en México.”

Esto grava los pagos efectuados por la descarga o acceso a imágenes, películas, texto, información, video, audio, música, juegos, incluyendo los juegos de azar, así como otros contenidos multimedia, ambientes multijugador, la obtención de tonos de móviles, la visualización de noticias en línea, información sobre el tráfico, pronósticos meteorológicos y estadísticas, servicios de intermediación entre terceros que sean oferentes de bienes o servicios y los demandantes de los mismos, clubes en línea y páginas de citas y ojo, la enseñanza a distancia.

Se basa en que “en México el comercio electrónico ha crecido más de 400 por ciento en los últimos seis años, cifra que resulta atractiva para inversionistas a escala mundial. Este aumento ha posicionado al país como uno de los principales mercados de este tipo en Latinoamérica, al pasar del lugar 35 al 19 en el ranking mundial.”

La molesta reacción de los consumidores no se hizo esperar, al grado de que el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, trató infructuosamente de aclarar mediante redes sociales, en una gran “maroma” informativa, que esa medida “no representan impuestos nuevos o aumento de tasas, que la medida solo tiene por objeto hacer más fácil el cumplimiento del pago… como el IVA”. Llegan a tal grado los de Morena Co., tratando de justificar el inclumplimiento de las promesas del Presidente que señalan: “No se trata de un nuevo gravamen, sino de la adecuación a los tiempos modernos, porque la Ley del Impuesto al Valor Agregado está vigente desde 1980 (cuando no existía esa tecnología), en el sexenio de José López Portillo, quien sustituyó el impuesto sobre ingresos mercantiles por el citado gravamen.”

Sí es un cobro nuevo que impacta al consumidor en un 16% adicional de lo que paga actualmente y le generará ingresos al gobierno federal por más de 4 mil 300 millones de pesos para destinarlos a las obras sociales del presidente y al barril sin fondo de la Refinería Dos Bocas.

Al rato, como ya no le convienen a MALO las “benditas redes sociales” nos van a poner un impuesto por usar facebook, Twitter, etc.

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