El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en cooperación con Argentina, lanzó este lunes su primera expedición científica para investigar la presencia de microplásticos en la Antártida, como parte de los esfuerzos para combatir este creciente problema medioambiental.

El equipo de investigación, formado por dos personas, permanecerá en la región durante un mes para evaluar el impacto de los microplásticos, investigando su presencia y distribución en el agua de mar, los lagos, los sedimentos, la arena, el agua de descarga y los animales del ecosistema antártico cerca de la estación argentina de investigación científica Carlini.

En una resolución de marzo de 2022, los Estados miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a iniciar negociaciones para un nuevo tratado mundial sobre la prohibición de la contaminación por plásticos, incluso en el medio marino, con el objetivo de adoptarlo formalmente en 2025.

Los datos que se obtengan desempeñarán un papel crucial a la hora de aportar pruebas científicas esenciales para apoyar la toma de decisiones durante las negociaciones del tratado y contribuir a su aplicación efectiva, especialmente en el medio marino.

Por otra parte, en relación con el cambio climático, la agencia advirtió que la presencia de microplásticos puede contribuir a acelerar la pérdida de hielo en la Antártida al reducir la reflectividad del hielo, alterar la rugosidad de la superficie, favorecer la actividad microbiana, actuar como aislantes térmicos y contribuir al debilitamiento mecánico de la estructura del hielo.