La cifra de muertos por el terremoto de 6.3 grados de magnitud que sacudió Christchurch, Nueva Zelandia a principios de esta semana subió este jueves, con al menos 98 muertes confirmadas y 226 desaparecidos, dijo la policía.
El superintendente de la Policía, Dave Cliff, dijo que hay «temores graves» por los desaparecidos y las autoridades han tenido dificultades para identificar a las víctimas, debido a la condición de los cuerpos que se han encontrado.
A pesar del sombrío anuncio, las autoridades mantienen la búsqueda, casa por casa, en desesperados esfuerzos por más sobrevivientes.
El sismo ocurrió este martes: derribó edificios, dobló las calles y destruyó las fachadas de las iglesias icónicas, como la catedral de Christchurch y la catedral del Santísimo Sacramento.
Desde entonces, se ha registrado una serie de réplicas.
Las autoridades también dijeron que perdieron la esperanza de rescatar al menos 100 personas que quedaron atrapadas en el edificio de la televisora de Canterbury, en el centro de Christchurch. La policía dijo que era «100% seguro” de que nadie en el edificio siga con vida.
Las autoridades temen que los ocupantes atrapados en otro edificio, en la construcción de la Corporación Pyne Gould, también estén muertos, entre ellos 27 estudiantes japoneses reportados como desaparecidos, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón. La mayoría de ellos eran alumnos en una escuela de idiomas, cinco de los cuales estaban en un viaje de estudio personal.
Kento Okuda, un estudiante japonés que fue retirado de los escombros del Colegio de Lenguas Extranjeras Toyoma, realtó al diario japonés Asahi Shimbun que él estaba almorzando en la cafetería del cuarto piso, cuando el suelo cedió.
Mientras él y otros yacían atrapados bajo los escombros, los estudiantes se gritaban unos a otros para obtener un recuento de cuántos de ellos estaban vivos, contó Okuda al periódico.
Muchos de sus compañeros no respondieron, agregó.Sin embargo, otros esfuerzos de rescate han dado resultados exitosos.
Anne Vos fue una de ellas, quien fue recuperada de entre los escombros del edificio Pyne Gould en el distrito central de negocios, de acuerdo con los medios locales de Australia y Nueva Zelandia.
Vos pudo llamar a sus familiares gracias a su teléfono celular mientras se encontraba cubierta por los escombros.
“Hace un par de horas pensé ‘tengo que hacerlo’”, dijo a la televisora neozelandesa TV3 este martes. «Pensé ‘es momento de decir adiós Anne’”.
Unas 430 personas han sido ingresadas en las salas de emergencia desde que ocurrió el terremoto.
El sur de Nueva Zelanda ha sido golpeada por una serie de sismos desde el 4 de septiembre cuando un temblor de 7.1 grados de magnitud sacudió el área. No hubo muertes en ese fenómeno, que afectó lo más profundo de la tierra y muy lejano de Christchurch.
El terremoto de este martes fue parte de la «secuencia de réplicas» del terremoto de septiembre, aseguró el Servicio Sismológico de Estados Unidos.
Con información de CNN.
