Candidatas y candidatos

Miniaturas
Por: Rubén PÉREZ ANGUIANO*

Ya son del conocimiento púbico las candidatas y los candidatos al Senado de República y la Cámara de Diputados. Parece necesario un breve análisis de lo que ofrecen a la sociedad colimense las coaliciones y partidos en competencia.

La coalición “Sigamos haciendo historia”, integrada por los partidos Morena, Verde Ecologista y del Trabajo, tiene como propuestas a Virgilio Mendoza Amezcua y Ana Karen Hernández. Él fue presidente municipal de Manzanillo en dos ocasiones y diputado federal por la vía de la representación proporcional. Fue priísta, panista y después verde-ecologista. Ella fue diputada local, también por representación proporcional, y delegada regional de Programas para el Bienestar, espacio que concentra las inversiones sociales y becas federales. Hasta donde se sabe la militancia de la candidata se reduce al Partido del Trabajo, si bien su participación en la administración pública es cercana a Morena.

Ambos son de Manzanillo y su propuesta, según parece, se circunscribirá a ese municipio, lo cual puede significar un serio descuido partidista. En este tipo de candidaturas (al Senado) lo usual es que los partidos o coaliciones equilibren la fórmula con un perfil reconocido en los municipios del norte (en especial la franja Colima-Villa de Álvarez) y otro en los municipios costeros (esencialmente Manzanillo). Eso permite que cada candidata o candidato se concentre en un espacio delimitado, ampliando las posibilidades electorales de la fórmula.

Eso aquí no sucederá, o al menos no sucederá de forma cómoda y natural.

En cuando las propuestas para las diputaciones federales, la mencionada coalición presenta a Leoncio Alfonso Morán Sánchez para el primer distrito y a Gricelda (así, con “C”) Valencia de la Mora.

Leoncio, conocido popularmente como Locho, fue presidente municipal de Colima en dos periodos y diputado federal por el primer distrito electoral. También fue candidato a gobernador. Fue militante del PAN, del Movimiento Ciudadano y ahora es de Morena.

Gricelda, por su parte, es actualmente senadora, pero su desempeño en tal posición no presenta algún rasgo destacado. Su personalidad política, de hecho, es gris y poco llamativa. Si se mostrara su rostro a la sociedad de forma aleatoria pocos, muy pocos, podrán reconocerla o identificarla. Pero bueno, algunas personalidades políticas son así, afortunadas aún sin destacar en algo. En esta elección se verá si logró un trabajo de gestión aceptable en los municipios costeros.

En este caso se presenta una fórmula equilibrada. Locho va por el primer distrito, donde ya ha logrado importantes triunfos electorales y Gricelda va por el segundo, con sede en Manzanillo.

En el caso de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, integrada por los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática, la oferta al senado está representada por Mely Romero, del PRI, quien ya fue senadora y subsecretaria federal, así como candidata a la gubernatura de Colima.

También aparece un panista llamado Germán Sánchez, que es muy poco conocido. Al parecer fue regidor en el gobierno municipal de Colima y alcanzó algunas responsabilidades en la estructura partidista del PAN, sobre todo en la municipal.

En este caso se advierte un serio desequilibrio en la entidad, pues los dos candidatos son de los municipios del norte: Mely es originaria de Cuauhtémoc y Germán tiene una actividad política visible sólo en la capital del estado, Es decir, esta coalición deja sin operatividad a los municipios costeros, por lo menos desde la perspectiva de las candidaturas al senado.

Para las diputaciones federales aparecen, por el primer distrito, Crispín Guerra Cárdenas, del PAN, quien ya fue diputado local por mayoría relativa y por la vía de la representación proporcional, mientras que por el segundo distrito hace su debut político Nazario Rodríguez, un productor de papaya, al parecer muy exitoso, que es originario de Tamaulipas (aunque su carrera productiva la realizó en Colima, en especial en Tecomán).

El PRI presenta como su candidato a diputado por el segundo distrito federal a un productor que no parece haber participado nunca en sus filas, pues incluso en algunas de las entrevistas recientes se define como apartidista. No se entiende, pues, su vinculación con el priísmo.

Aquí vale una reflexión. El PRI debe estar en una seria carencia de cuadros competitivos, como para tener que impulsar a alguien sin militancia ni experiencia política. Esa carencia es más grave en Manzanillo, donde los gobiernos locales priistas abandonaron a la militancia porteña hasta dejarla sin cuadros relevantes. Ahora el PRI es un páramo en Manzanillo, siendo que tuvo importantes agentes.

Otra reflexión es importante: es cierto que un productor agropecuario puede llegar a ser un buen legislador federal, pero es un camino cuesta arriba, sobre todo si carece de preparación jurídica, experiencia política e idea de la representación popular. Cuando así ocurre, cuando llega un productor sin experiencia al congreso, su visión de la realidad del país se reduce a sus propias preocupaciones productivas, ignorando todo lo demás. De esa forma, se dilapidan las oportunidades del espacio representativo.

En fin, además de todo, las candidaturas se concentran en Colima y Tecomán, lo cual vuelve a dejar abandonado al importante municipio de Manzanillo, al que parece estar renunciando esta coalición.

Por último, llega el caso del Movimiento Ciudadano, partido que se expresa con candidaturas de otros orígenes partidistas, como Griselda (con “S”) Martínez, recientemente desprendida de las siglas de Morena y Jesús Dueñas, que es diputado local, posición a la que llegó con el apoyo del PRI.

Griselda es una funcionara y política controvertida, con un estilo rijoso y contestatario que la llevó a serios desencuentros con la actual gobernadora y, al final, a la renuncia a la militancia en Morena. Será una candidata muy fuerte en Manzanillo, donde fue presidenta municipal en dos ocasiones, pero se ignoran las posibilidades que podrá acreditar en el resto de la entidad.

Jesús Dueñas, por su parte, ha demostrado en algunas ocasiones cualidades para el debate político y posee carisma, lo que puede representar alguna posibilidad en el escenario competitivo. Aquí se aprecia una fórmula equilibrada, pues Griselda se concentrará en Manzanillo y Jesús en el norte del estado.

En las diputaciones federales aparecen dos nombres con poco impacto en la opinión pública: Romelia Serrano por el primer distrito y Daniela Muñiz por el segundo. Romelia, al parecer es licenciada en Relaciones Internacionales, pero poco más puede decirse de ella. Daniela, por su parte, es bióloga y maestra en Ciencias del Mar y está ligada a la administración municipal encabezada por Griselda Martínez.

Quizás Daniela puede alcanzar algunos votos por su cercanía con Griselda, pero se ve muy complicado que Romelia pueda lograr algo frente a perfiles competitivos como el de Leoncio Morán y el de Crispín Guerra.

 

*Rubén Pérez Anguiano, colimense de 55 años, fue secretario de Cultura, Desarrollo Social y General de Gobierno en cuatro administraciones estatales. Ganó certámenes nacionales de oratoria, artículo de fondo, ensayo y fue Mención Honorífica del Premio Nacional de la Juventud en 1987. Tiene publicaciones antológicas de literatura policiaca y letras colimenses, así como un libro de aforismos.