Calderón no merece ser jefe del Estado mexicano: PRI

Desde la Cámara de Diputados, el PRI lanzó ayer el ataque público más virulento contra el presidente Felipe Calderón, al exigirle incluso «que se vaya de una vez por todas», «que deje de equivocarse en todo lo que hace», y le acusó de padecer «una bipolaridad clarísima: por la mañana reconoce al Congreso y por la tarde ataca a los partidos», por lo que le advirtió: «¡Así, no cuente con nosotros!».

En este sentido, el presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, del tricolor, afirmó que el presidente de la Republica literalmente «sentenció a muerte al PRI» en su discurso del domingo pasado, con lo que canceló cualquier posibilidad de acuerdos en el Congreso para lo que resta del actual periodo de sesiones.

En entrevista, Ramírez Marín señaló que «en qué cabeza cabe que alguien a quien ha sentenciado a muerte, decida ayudarle», señaló en abierta alusión a la imposibilidad de arribar a cualquier arreglo entre el presidente Calderón y las bancadas del PRI en el Congreso.

Por otra parte, durante el debate político sobre los 10 años de gobiernos panistas, la bancada tricolor, en voz del diputado Carlos Flores Rico, afirmó que «nunca en la historia hubo un presidente tan caro y tan malo».

Mientras su correligionario Sebastián Lerdo de Tejada acusó al titular del Ejecutivo y a la derecha de «estar completamente extraviados» y «de no encontrar el rumbo», además de que Calderón, dijo, «tiene actitudes que rayan en la esquizofrenia».

De ese tamaño fue la respuesta tricolor al discurso del domingo pasado del presidente Felipe Calderón, quien advirtió sobre «la tragedia» que representaría para el país «regresar al pasado, a lo antiguo, a lo autoritario y a lo irresponsable».

Una auténtica artillería contra Calderón envió el coordinador Francisco Rojas Gutiérrez, para defender el embate del titular del Ejecutivo. Apenas el lunes, el coordinador priísta se concretó a leer un texto y ofreció que al siguiente día, es decir, ayer, su bancada daría una respuesta contundente a los dichos presidenciales… Y vaya que cumplió.

David Penchyna dijo que «es una lastima tener un presidente de esa estatura», quien se redujo, aseguró, «a un presidente de pandilla, o en el mejor de los casos a presidente de un partido y no de la nación».

La andanada priista aturdió a la bancada albiceleste, literalmente «descabezada» ante la ausencia de su coordinadora Josefina Vázquez Mota, de su líder nacional César Nava, de su vicecoordinador Carlos Alberto Pérez Cuevas, y solo con la asistencia de un disminuido Roberto Gil, concentrado únicamente en su candidatura para suceder a Nava.

Así, los azules mandaron a tribuna a Arturo García Portillo, a César Pedroza, a Julián Francisco Velázquez y Llorente, y a Kenia López Rabadán, quienes se cobijaron únicamente con el manto de que el debate refleja «la enorme libertad de expresión que se ha generado en esta administración», aunque intentaron salir adelante ofreciendo cifras de los supuestos avances de su partido en el gobierno.

César Pedroza, ante el apabullamiento a que era sometido el blanquiazul, pero sobre todo el presidente Calderón, se atrevió solo a llamar «mezquinos» a quienes no reconocen los avances alcanzados en los 10 años de gobiernos panistas.

Su colega Arturo García Portillo, cercano al titular del Ejecutivo, resaltaba que en las administraciones panistas «no hemos tenido que defender el peso como perros, ni nos echamos la bolita entre presidentes para ver quién cometió el error de diciembre».

Pero nada detenía al PRI. El vicecoordinador César Augusto Santiago dijo que la postura asumida por el presidente de la República solo confirma «que los adversarios del PAN teníamos razón; Calderón no merece el honor de ser jefe del Estado mexicano», ya que encabeza un gobierno «de torpe desempeño, ineficaz, mentiroso y partidista, que ha sumido a la nación en la preocupación y la desesperanza».

Carlos Flores Rico, otro de los tiradores priistas, preguntó lapidario en tribuna: «¿Dónde está el presidente?, ¿a qué hora cierra la cortina de Los Pinos?, ¿por qué no se va de una vez, señor presidente?, ¿Por qué no tiene vergüenza?».

El resto de la oposición se sumó a la condena a los 10 años de gobiernos panistas y algunos como el petista Gerardo Fernández Noroña, con el ánimo caldeado por el intenso debate y seguidor de su tradicional línea, vinculó a las administraciones albicelestes con el cártel de Joaquín El Chapo Guzmán, claro, sin aportar una sola prueba de su dicho.

Con información de Crónica.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí