Azota a Australia el mayor ciclón en su historia

Vientos huracanados y lluvias torrenciales comenzaron a castigar el miércoles la costa noreste australiana al llegar uno de los mayores ciclones conocidos en la historia del país y los residentes de las zonas afectadas se amontonaban en refugios improvisados o se refugiaban en los baños de sus viviendas con colchones y frazadas.

Los líderes australianos emitieron drásticas advertencias sobre los catastróficos efectos potenciales del ciclón en las ciudades y aldeas en una franja costera de más de 300 kilómetros en el norte del estado de Queensland, considerada la puerta a la Gran Barrera de Coral australiana.

La tormenta empeorará la situación de Queensland, que ya había sido castigada por meses de inundaciones que han causado por lo menos 35 muertos e inundado centenares de poblaciones.

El ciclón casi pasará por el la zona norteña de las áreas inundadas, pero los servicios de emergencia están al borde de sus posibilidades logísticas y la totalidad del estado teme sufrir los efectos del agua de una forma u otra.

»Este ciclón lleva una gran ferocidad e intensidad», dijo la primera ministra Julia Gillard en una conferencia de prensa televisada. »La gente encara horas verdaderamente terribles».

Empero, otros que residen en el corredor de la tormenta se mostraron estoicos. La residente de Cairns Jane Alcorn no dejó que los que piensan refugiarse con ella en el garaje en su edificio de apartamentos fueran presas del pánico.

»Nadie llora, ni hay histeria», contó Alcorn, de 42 años. »Habrá mucho ruido y eso asustará, pero nos consolamos mutuamente», agregó.

En Innisfail, una aldea situada a unos 90 kilómetros al sur de Cairns, casi en la ruta directa del ciclón, el alcalde Bill Shannon contó que vio cómo quedaba destrozado el tejado de un edificio cercano a la municipalidad, donde estaban refugiadas unas 500 personas.

»Esperamos y rezamos que todos podamos sobrevivir la noche», agregó Shannon.

Los vientos en el vórtice de la tormenta se aproximaban a los 300 kph y el frente se extendía con una amplitud de unos 500 kilómetros. Los vientos de más intensidad seguramente barrerán la zona durante unas cuatro horas, aunque las ráfagas y la copiosa lluvia podrían durar 24 horas.

La tormenta azotará la costa con 700 milímetros de lluvia y elevará las mareas a niveles que casi con seguridad causarán inundaciones en las zonas costeras, advirtió la Oficina Meteorológica.

Con información de El Universal.

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