Aumento de temperatura del océano genera serias consecuencias

Para los océanos del mundo, 2017 fue el año más caluroso jamás registrado, y el Atlántico y los océanos del hemisferio sur fueron los más afectados por este fenómeno, revela un estudio del Instituto de Física Atmosférica de la Academia de Ciencias de China (IAP CAS, por sus siglas en inglés).

El papel de los océanos es tan importante que su existencia impide un cambio climático más acelerado y la temperatura global de la atmósfera no es más alto de lo que es ahora, ya que absorben más del 90 por ciento del calor de la Tierra relacionado con el clima, según investigadores del IAP CAS.

En noviembre de 2017 la Organización Meteorológica Mundial (OMM) afirmó que las temperaturas de la superficie del mar en todo el mundo podrían convertirse en las más altas de la historia, pues el contenido de calor oceánico mundial ha alcanzado niveles récord o se acerca a ellos.

Esto es preocupante porque el aumento de la temperatura del océano tiene serias consecuencias. Una de ellas es la expansión del agua al estar más caliente, lo que aumenta el nivel del mar: en 2017 aumentó un promedio de 1,7 mm.

Además, la calidez de sus aguas representa menos oxígeno para el océano, blanquea los corales y causa derretimiento de los glaciares.

El documento del IAP CAS señala que los océanos Atlántico y Sur (30° sur) han sido más cálidos que los océanos Pacífico e Índico. El Océano Atlántico (30° norte) y el Océano Austral experimentaron mayores aumentos de temperatura que el período 1981-2010.

Ya en 2015, la Conagua reveló que la temperatura superficial de los océanos aumentó 0.11 °C entre 1971 y 2010 por década (IPCC, 2013), mientras la temperatura media nacional de 2015 fue de 22.1 °C, es decir, un valor 1.1 °C por arriba del periodo 1981-2010, temperaturas que hacen de 2014 y 2015 los más cálidos desde 1971.

Sin embargo, el incremento de temperatura nacional no ha sido homogéneo a lo largo del territorio. Por ejemplo, en 2015 los promedios más altos de temperatura media anual (de entre 30 y 35 °C) se registraron en la vertiente del Pacífico desde Chiapas hasta Baja California Sur y en el Golfo de México y el Caribe. Los promedios más bajos en Durango y Chihuahua (10 a 15 °C).

En el proceso climático, los océanos desempeñan papeles cruciales: absorben 30 por ciento de las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2) y funcionan como amortiguador térmico al almacenar grandes cantidades de calor que luego transportan según sus movimientos, corrientes y profundidades, explica el IAP CAS.