Actualización de flotas en América, la revolución comercial real

A nivel comercial, América siempre ha sido un continente interesante. Su comunicación vía marítima con dos océanos le ha hecho ser clave en la infraestructura comercial tanto de países asiáticos como europeos y eso ha hecho que muchas de las rutas de importación al continente acabarán abrazando las opciones que ofrecían los principales países de la zona a través de los sistemas de información.

Panamá, México y Estados Unidos junto con Canadá han sido, en los últimos años, piezas clave para controlar y gestionar el comercio terrestre, el verdadero eje de comunicación entre productores y consumidores en todo el continente americano.

Una de las claves del gran desarrollo que está viviendo la logística y las empresas exportadoras tiene mucho que ver con la adaptación de los vehículos a la nueva realidad tecnológica. La actualización de las flotas, dotándolas no solo de la mejor mecánica que pueda asumir los trayectos largos sino también de la última tecnología que conecta con las centrales es vital para comprender el desarrollo comercial que están viviendo en esta zona.

“Las tecnologías de seguimiento están sirviendo para volver a poner a países como México a la cabeza de la innovación en términos de transporte. No hay que olvidar que este país tiene acuerdos comerciales de gran relevancia con Norteamérica, con lo que llevan años inmersos en la actualización de una flota que tenía, de media 16 años y que ya hoy no respondía correctamente a la necesidad real. Así, con nuevos vehículos, se ha incorporado la nueva tecnología a cabina” explican desde Samsara.

¿Qué avances traen este tipo de vehículos actualizados?

Para empezar, hay que hablar de la posibilidad de hacer un seguimiento vía GPS de las flotas, lo que no solo permite ubicar en tiempo real las mercancías sino también ayudar al conductor en la toma de decisiones si hay retenciones, accidentes o unas condiciones meteorológicas adversas en la ruta establecida.

Esto, que antes dependía casi en exclusiva de quien estaba detrás del volante, se ha convertido en una de las mejores herramientas de las empresas que han podido ver así cómo optimizar y abaratar los costes de su kilometraje.

Al comprobar los tiempos, se ayuda a mejorar la conducción, evitar acelerones, cuidar la mecánica e incluso evitar incidentes y alcances en las vías.

Las dash cams han sido otra de las grandes innovaciones en cabina. El hecho de que usen, en la mayoría de los casos, IA e incluso su almacenaje en la nube ha hecho que las compañías dispongan de una información que antes no tenían. Estas se ponen en marcha ante ciertos estímulos como frenazos, volantazos o acelerones y graban la situación exterior para poder revisar luego lo sucedido cuando están enfocadas hacia la calzada. Pero también pueden estar con un visor interior que garantiza que el conductor no pierde la concentración emitiendo alarmas en caso de que así fuera. 

“Este tipo de dispositivo no tiene como objetivo el control sino la seguridad. Es clave poder avisar al conductor de cualquier situación tanto en calzada como distracción en cabina y que él pueda pedir ayuda en caso de necesidad. Este tipo de grabación ha supuesto, además, un ahorro considerable a las empresas al poder demostrar que sus vehículos no eran los responsables en algunos alcances en carretera” explican.