‘El País’ de España destaca que rapidez de reforma energética fulminó el Pacto por México

España.- Este jueves el rotativo más importante de España, destacó en su portal la rapidez en la aprobación de la Reforma Energética tanto en la Cámara Baja y Alta consumada en 72 horas, y atribuyó a la misma fulminar el Pacto por México.

La carta de presentación del Partido Revolucionario Institucional (PRI)hace un año cuando llegó al gobierno fue el Pacto por México: un acuerdo nacional firmado por el PRI con los otros dos partidos mexicanos mayoritarios (el conservador PAN y el izquierdista PRD) para abordar de forma consensuada cuestiones prioritarias para el desarrollo socio-económico.

El Diario señala que el trato a tres bandas supuso un hecho inédito en la enconada política mexicana. Un año después, la solidez del Pacto se ha resquebrajado por el lado más delicado: el petróleo, tótem del nacionalismo político en México. El PRI y el PAN han sumado fuerzas para aprobar en el Senado una reforma energética que rompe con el modelo estatalista de producción y gestión del crudo y abre este sector a la inversión privada y extranjera, pero el tercer compañero del acuerdo nacional, el PRD, se ha descolgado en este punto oponiéndose a la reforma.

Este jueves, el presidente del partido izquierdista, Jesús Zambrano, ha dado por finiquitado el consenso básico con el que el PRI arrancó su mandato: “El Pacto está muerto. De ninguna manera regresaremos”.

Si se acepta la metáfora de la muerte, la del Pacto sería una muerte natural. Una de las banderas del PRD ha sido defender la propiedad estatal del petróleo –de hecho, el padre de este partido, Cuauhtémoc Cárdenas, es hijo del presidente que expropió en 1938 el crudo, Lázaro Cárdenas– y lo natural era que llegados al punto de tramitar la reforma energética el lazo que unía al PRD al Pacto por México se tensase en extremo. Así ha ocurrido: este martes de madrugada, de forma apresurada y con la expresiva resistencia del PRD, cuyos representante escenificaron su rechazo ocupando la tribuna del Senado, la Cámara Alta, después de 20 horas de debate, aprobó la reforma que abre el sector petrolero a la iniciativa privada.

La decisión implica modificar tres artículos constitucionales, y PRI y PAN argumentan que era imprescindible hacerlo, pues sostienen que la maquinaria estatal no se bastaba para optimizar la explotación de las reservas energéticas con las que cuenta México. Pero el PRD no quiso dar el paso de apoyar la reforma constitucional para liberalizar la gestión del crudo.

La defunción del Pacto anunciada por Zambrano deja atrás logros relevantes fundamentados en ese consenso entre partidos, como la reforma educativa, la fiscal y la de telecomunicaciones. Si bien el pacto ya había pasado por momentos de fragilidad, como cuando se revelaron irregularidades del PRI en el Estado de Veracruz para favorecer electoralmente a sus candidatos locales, no ha sido hasta ahora, hasta afrontar el test del crudo, que el consenso se ha descosido.

Zambrano ha recalcado que su partido nunca pretendió acatar una reforma en estos términos: «El PRD jamás pactó ni acordó ni firmó nada que tenga que ver con la privatización de la industria petrolera». Según Zambrano, ellos propusieron “modernizar, no privatizar” la administración del petróleo, tarea de la compañía estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).

Durante estos meses de espera por la crucial reforma energética, Zambrano había mantenido esa línea: que no había que tocar la Constitución, que lo debido era quitarle a Pemex cargas fiscales para que pudiese desarrollarse y compensar esa pérdida de ingresos públicos con una reforma hacendaria que incrementase la recaudación, por ejemplo, con una subida de impuestos a los grupos corporativos.

Ahora, una vez que la reforma ha salido adelante, al PRD, que entró al Pacto por México, según reconoció el propio Zambrano, para no mantener a la izquierda en su papel tradicional de “oposición por sistema fuera del sistema”, le toca de nuevo replegarse al perímetro del poder: “Vamos a impulsar la consulta popular para revertir estas reformas privatizadoras”, ha dicho Zambrano, marcando como objetivo de su partido que en 2015 se lleve a cabo una votación ciudadana sobre la conveniencia de la reforma energética.

La repercusión del fin del acuerdo nacional entre los tres partidos mayoritarios es una incógnita. En abril, cinco meses después de que se hubiese firmado, Zambrano respondió en una entrevista a EL PAÍS cómo vería el panorama si el Pacto fracasaba: “Si fracasa”, dijo el líder del PRD, “habrá una involución política y estancamiento en el desarrollo del país”.

México cambia su historia energética a contrarreloj

La histórica reforma energética de México ha sido aprobada a una velocidad vertiginosa por las dos cámaras que componen el Congreso. En 72 horas, el acuerdo entre el Partido Revolucionario Institucional (PRI, del Gobierno) y el Partido Acción Nacional (PAN, de derecha), ha logrado concretar con contundencia la apertura del sector energético a la inversión privada.

La reforma plantea modificaciones a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución para permitir que el Estado celebre contratos de servicios, utilidad y producción compartida, y licencias con compañías privadas.

La aprobación en el Senado y en la Cámara de Diputados solo deja pendiente para los próximos días el visto bueno de 17 de las 32 legislaturas de los Estados para que después el presidente,Enrique Peña Nieto, la promulgue.

Este jueves, la Cámara de Diputados aprobó definitivamente –con 354 votos a favor y 134 en contra— la reforma en una maratónica sesión de 20 horas en las que el debate se encendió con las críticas que la izquierda ha hecho al PRI y el PAN al acusarlos de “vender la patria”. Además de la ríspida discusión, el proceso legislativo en la Cámara baja estuvo precedido de la toma del salón de sesiones por algunos diputados de izquierda que cerraron con cadenas y candados los accesos al recinto, bloqueado durante 20 horas.

La discusión tuvo que celebrarse en otro lugar, en un auditorio del mismo edificio en medio de tensas escenas.

El diputado Antonio García Conejo, representante del Partido de la Revolución Democrática (PRD, de izquierda), se quitó la ropa hasta quedar en calzoncillos para argumentar que las reformas del PRI y el PAN despojaban al país hasta dejarlo desnudo.

“Solamente me queda esto, de esto no me van a poder despojar, no lo van a lograr”, expresó, mientras se quitaba la ropa y algunos legisladores lo abucheaban. También el diputado de Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal, aprovechó una de sus intervenciones para llamar “canallas” y “vendepatrias” a quienes apoyaron la reforma. Las diputadas Karen Quiroga, del PRD, y Landy Berzunza, del PRI, se enfrentaron a manotazos por un lugar en la lista para hablar ante el micrófono.

La aprobación de la reforma energética en tres días por ambas cámaras legislativas supone un récord para el Congreso mexicano en materia de cambios constitucionales, explica Khemvirg Puente, investigador de estudios parlamentarios de la UNAM.

“Los procesos legislativos en México suelen ser muy lentos, suelen ser muy tardados que incluso pueden llevar un año desde que entran las iniciativas hasta que se aprueben en definitiva”, asegura. Los legisladores mexicanos generalmente consultan con expertos y grupos de interés mientras construyen las iniciativas de ley. Puente advierte que la rapidez del proceso puede llevar a fallas legislativas que tendrán que ser corregidas en los próximos años.

El camino legislativo comenzó formalmente el martes en el Senado. Los legisladores presentaron una iniciativa compuesta por las propuestas del PRI y el PAN, resultado de una negociación previa en la que la derecha logró la mayor apertura del sector energético posible y el desplazamiento del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos (Pemex). La construcción del proyecto llevó más de 10 meses, aseguró en noviembre en entrevista con EL PAÍS el senador David Penchyna, uno de los responsables de la redacción de la reforma. La izquierda nunca tuvo acceso a ella.

El proyecto que los senadores analizaron durante 20 horas incluía importantes adiciones al texto, como la frase “entre otras” al referirse a los tipos de contratos que el Estado puede celebrar con las compañías para la extracción de hidrocarburos y que abre la posibilidad a casi cualquier tipo de acuerdo, así como la expulsión del sindicato petrolero del Consejo de Administración de Pemex. A pesar de que los senadores de izquierda se opusieron al proyecto, los votos del PRI y el PAN consiguieron que la reforma llegara a la Cámara de Diputados.

Una vez allí la discusión se centró más en la descalificación y defensa del Gobierno que en el contenido material de ley. “Aunque digan que hablar de la soberanía se escucha ya muy antiguo, este es un asunto de seguridad nacional, que está tanto de moda”, espetó la diputada del PRD Amalia García ante sus compañeros.

Desde el comienzo de la administración de Peña Nieto, el presidente se pronunció por la urgencia de sacar adelante la reforma energética para sanear a la petrolera estatal que en último año ha generado pérdidas por 7.121 millones de dólares y cuya producción ha disminuido. A su llamado se sumó el director de Pemex, Emilio Lozoya, quien ha asegurado que la petrolera estatal necesita 60.000 millones de dólares en inversión en tecnología que son imposibles de obtener mientras la petrolera entregue el 67% de sus ingresos al Gobierno mexicano.

Los legisladores que propusieron la reforma tenían como objetivo que fuese votada y discutida antes del 15 de diciembre, cuando termina el periodo legislativo. El PRD ha argumentado que los representantes del PRI y el PAN eligieron estos días para su discusión por su cercanía a las fiestas navideñas, para evitar que la gente se volcara a las calles para rechazar la reforma.

“Está calculado muy bien el tiempo para hacer estas reformas”, ha dicho el presidente nacional el PRD, Jesús Zambrano. La aprobación definitiva de las dos cámaras del Congreso ha quedado concluida el 12 de diciembre, el día en que en México se celebra a la Virgen de Guadalupe, un festivo no oficial pero que es celebrado por millones de mexicanos.

Con información de El País

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí