5 pasos para reducir el estrés y equilibrar el trabajo con la vida

Ciudad de México.- La vida laboral se ha vuelto una batalla constante con uno mismo, conseguir éxito profesional, obtener un aumento o conservar un empleo, ha desencadenado que ésta generación viva bajo un estrés constante.

El desgaste mental con el que se lidia en el día a día puede traer efectos negativos a la salud, además de generar un desequilibrio emocional entre el ámbito familiar y laboral.

Un estudio realizado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) demostró que México ocupa el primer lugar en estrés laboral con el 75 por ciento de los empleados del país, encima de países como China (73%) y Estados Unidos (59%) las dos economías más grandes del mundo.

El tres cuartas partes de los mexicanos que desempeñan algún trabajo, presentan síndrome de burnout o estrés crónico laboral, que está directamente relacionado con enfermedades como: diabetes, hipertensión, depresión clínica, reducción del deseo sexual o problemas cardiacos, además de afectar simultáneamente la productividad en su oficina.

De acuerdo con datos de la firma Talent Management Consulting se ha demostrado que las personas con niveles altos de dopamina y serotonina aumentan la capacidad cerebral y la productividad, por ello, cada vez más empresas implementan programas de bienestar que favorecen el desenvolvimiento de sus colaboradores.

María Hernando, directora de Núad SPAmóvi recordó que el trabajo puede hacer que las personas se desconecten de sí mismas y lo que importante, en ocasiones es necesario hacer un alto en la jornada para vaciar lo que roba tranquilidad mental.

“La felicidad no es ausencia de estrés, lo necesitamos porque es un mecanismo natural, pero si dejamos que se acumule y no le damos a nuestro organismo el espacio para autorrepararse y recuperarse después de una respuesta intensa, es cuando el estrés se comienza a convertir en estrés crónico”.

Llevar un estilo de vida saludable implica el compromiso y la responsabilidad individual para implementar técnicas para mantener el balance mental, físico, y en nuestras relaciones entre la familia y el trabajo.

La experta nos comparte cinco puntos para lograr el equilibrio:
  1. Identifica y planea: se puede identificar lo que estresa a cada persona haciendo una lista de las actividades diarias. Puede colocarse un + a las que les hagan sentir bien, y un – a las que les hagan sentir mal, generen ansiedad o estrés (se recomienda caracterizarlas por ser amenazantes, fuera de tu control, novedosas o impredecibles). Una vez identificadas se procede a darles prioridad del 1 al 3, siendo el 1 las más alta, y se comienza por buscar un antídoto que ayude a resolver o disminuir lo que detona la ansiedad.
  2. Comparte la carga de trabajo: a veces se piensa que nadie es capaz de hacer las cosas tan bien como nosotros, pero hay que confiar en el trabajo de nuestro equipo. “Para delegar usa la lista de tus responsabilidades de puesto y define cuáles sólo tú y nadie más que tú puede hacer; las demás tareas delégalas pero siempre supervisa”.
  3. Aprende a decir no: también es importante saber decir no, sobre todo en el trabajo, siempre y cuando el uso del no ayude a reducir horas extra en la oficina.
  4. Despeja tu mente: para evitar los efectos negativos del estrés crónico y el cansancio laboral es importante hacer pausas para despejar la mente, salir a caminar 5 minutos, hacer estiramientos, ejercicios de respiración o un masaje exprés que reactive la energía.
  5. Toque de queda: fijar una hora determinada para salir puede ser de gran ayuda, así se concentrarán en terminar pendientes de manera puntual para realizar otras actividades como: ir por un café con amigos, pasear a la mascota o disfrutar de una tarde en familia, actividades sin presiones.

María Hernando recordó que cada una de las actividades que se realizan merecen nuestra completa atención, estar con la mente y el cuerpo en el mismo lugar permitirá que se libere el estrés.

“Si caminas, observa tu caminar y las sensaciones físicas en los pies y piernas por ejemplo; si te estiras, observa si hay dolor y permite que se abran los músculos; si ves el cielo, observa y siente el espacio. En esos momentos, no das pie a que se detonen pensamientos de ansiedad o enojo o tristeza”. BP