Año nuevo, un nuevo gobierno para Colima
Hemos concluido e iniciado un nuevo año, en el que resulta necesario hacer un balance y reflexión de lo que logramos y dejamos de hacer como seres humanos, en el ámbito estrictamente personal, familiar, laboral, espiritual, igualmente desde el punto de vista de sujetos integrantes de una sociedad, en la que como ciudadanos, todos somos corresponsables de lo que sucede en nuestra cuadra, barrio, colonia, comunidad, ciudad, entidad y país.
¿Cómo es posible esto? ¿Cuál corresponsabilidad? Es posible desde el momento mismo en el que decidimos con nuestro voto, elegir a nuestros gobernantes, alcaldes, diputados locales, diputados federales, gobernadores, senadores y presidente de la república. No olvidemos, cada candidato en su momento, hace una propuesta política, nos dice qué y cómo hará, para solucionar los problemas cotidianos del entorno y demarcación en la que tendrá injerencia, donde gobernará o nos representará.
La corresponsabilidad estriba en la manera en la que tú y yo, nos involucramos en los asuntos de carácter público, desde la comunidad, desde que nos presten los servicios básicos el ayuntamiento; desde que nos brinden seguridad, las corporaciones policiales estatales y nacionales; desde que representen las ideas y sentir ciudadano en el Congreso estatales o federal, los legisladores o diputados, para hacer leyes a favor de los temas más sentidos y urgentes del ciudadano de a pie, como tú y yo. Y si no lo hacen, exigir mediante diferentes canales e instrumentos institucionales, cumplan sus promesas, cumplan sus compromisos, cumplan lo que dijeron abiertamente harían.
Somos corresponsables, porque lo peor que podemos hacer es precisamente nada, dejar de ejercitar una ciudadanía activa, vigilante y atenta del desempeño de los gobernantes, representantes populares y servidores públicos, dejar hacer y dejar pasar, lo que tanto daño ha hecho al país, y de lo cual, muchos somos corresponsables.
Ahora, debemos de ejercer una ciudadanía activa, atenta, vigilante, observadora y analítica, señalando abiertamente a quienes traten de tomarnos el pelo, a esos retrógradas, políticos de la prehistoria, que deducen que los ciudadanos no pensamos, que tratan de engañarnos con discursos populistas, simplones, con frases trilladas, con propuestas sin sustento, huecas, estériles, sazonadas con rencor, odio, movidas y promovidas por una sed insaciable de poder y dinero.
Estamos a menos de dos semanas de tomar una decisión trascendental para la vida de todo el estado de Colima. Sí, el domingo 17 de enero, decidiremos mediante el voto secreto y democrático, a la persona y equipo de colaboradores que le rodean, que gobernará a la entidad, y en la que se depositará altas responsabilidades, entre ellas:
Vigilar y salvaguardar la seguridad de todos los colimenses y de su patrimonio.
Cumplir y hacer cumplir las leyes federales y estatales, y procurar la justicia y motivar la impartición de justicia, de manera imparcial.
Diseñar e implementar una serie de estrategias públicas para impulsar el Desarrollo Social y Humano de los colimenses, de los grupos más vulnerables y de amplios sectores de la población, como las mujeres, los niños y adultos mayores, prioritariamente.
Motivar el desarrollo económico de la entidad, impulsando a todos los sectores productivos, generando confianza y certidumbre para la inversión, y hacer un uso transparente, eficiente y honesto de las finanzas públicas estatales.
Dar cobertura y calidad a la educación, a la cultura y al deporte, cimentos básicos para el desarrollo sano de la juventud y la niñez, para la construcción de un futuro más promisorio.
Garantizar la cobertura de los servicios de salud básicos en todo el estado, contar con la infraestructura suficiente, para que todos los colimenses tengan garantizado el acceso a la salud, aún más en situaciones de emergencia.
Como podemos observar, lo que habremos de decidir, es muy importante. Tan importante, que trasciende a los propios actores políticos.
A ti amable lector(a) te invito a que reflexiones. Al igual que como muchos ciudadanos, veamos quién es el candidato más preparado, más congruente, el que no insulta y descalifica, el que realmente está haciendo propuestas serias, viables, realizables.
Observemos su perfil académico y profesional, lo que han hecho por Colima, desde que han obtenido responsabilidades públicas.
Comparemos sus historias de vida, sus valores, sus estilos, quienes los rodean, sus antecedentes, su manera de comportarse.
Al escribir esto, honestamente, más allá de colores y de partidos, el mejor colimense que puede empujar y coordinador los esfuerzos de todas y todos, para hacer un Nuevo Gobierno para Colima, desarrollista, innovador, visionario, moderno, de grandes obras y compromisos cumplidos, es sin lugar a dudas, José Ignacio Peralta Sánchez.
Peralta Sánchez no es un semi dios, pero sí es un ser humano honesto, con capacidad y con coraje, ese impulso que viene del corazón, para escribir una nueva historia, el comienzo de una nueva era de administraciones públicas estatales que se destaquen por honestas, transparentes, de resultados, atenta a la gente.
Cada día que avanza, se consolida y más adeptos se suman a la causa de Nacho Peralta, rumbo al triunfo electoral que seguramente obtendrá más holgado, el próximo domingo 17 de enero de este año.
Desde ahorita invitamos a Nacho Peralta, asuma ese gran compromiso, para que desde su gobierno, motive a una participación ciudadana más activa, participativa, pensante, y en su momento, que le digan al propio Nacho, los aciertos y los riesgos, en dónde sí es necesario apretar tuercas, todo sea por el bien de Colima. Seguro estoy que Nacho tiene la sensibilidad y la humildad de hacerlo.
Agradezco a mi casa AF Medios este espacio, esta oportunidad de compartir ideas a través de Xoloitzcuintle. A todos quienes integran AF Medios, y a quienes nos hacen el gran favor de leernos, les deseo un Año 2016 lleno de realizaciones y de bendiciones.
Frase célebre:
El mundo no está en peligro por las malas personas, sino por aquellas que permiten la maldad. Albert Einstein
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